Aborto legal: que el Pueblo se exprese con una consulta popular
En las últimas semanas la cuestión del aborto legal nos ha atravesado y hay tantas opiniones personales al respecto como personas que opinan. Por Laura Russo (*).
Los sociólogos nuclearán las voces de una manera, los religiosos dirán que su postura nos excede a todos, los estadísticos ven cifras, los médicos… ellos sí que tienen mucho para decir: políticamente correcto o no. Las mujeres querremos gritar más fuerte porque en definitiva el cuerpo es nuestro, los hombres dirán que algo tienen que ver en el asunto y de hecho, es cierto.
La polémica está planteada y es que no es una decisión fácil. El aborto puede y debe estudiarse desde sus muchas aristas. Necesitamos un debate profundo. Debatamos con seriedad sobre salud, maternidad responsable, embarazo infantil y adolescente, feminismo, machismo, religión, ética, psicología. Este debate deja en evidencia la deuda que tenemos como sociedad en torno a la educación. No dejemos que la discusión por el aborto legal se convierta en cortina de humo para no hablar de ciertas cosas.
El Presidente avaló el debate. Los bloques mayoritarios han librado la discusión a la conciencia de cada legislador. Y entonces pregunto: ¿257 “conciencias” van a decidir el curso del destino de 40 millones de personas? Si así fuera, no estaremos ante la convicción de un espacio electoral sino ante la suma de un puñado de concepciones individuales.
Personalmente, esta es mi propuesta: en épocas de “influenciadores” no permitamos que las opiniones personales empantanen esta decisión. Quienes ocupamos el lugar circunstancial de legislar, lo hacemos con el aval de la representatividad. Pues bien, no caigamos en la trampa. Cuando se nos pregunta nuestra posición sobre el aborto, escuchemos con humildad. No es una pregunta personal, es una pregunta sobre la opinión de aquella porción de población que nos ha honrado confiándonos su voto. Legislar no es dar una opinión sino pensar en lo colectivo, que en este caso incluye a la mujer, al ser por nacer y a la salud pública. Pienso que es necesario escuchar y por eso propongo una consulta popular.
La consulta popular tiene el poder de las personas. Escuchemos a la gente. Salgamos de la pantalla de TV. Lo que pasa allí no siempre es la realidad. Abramos la mirada, escuchemos. Esta decisión no puede ser la conciencia de los legisladores, que sea el Pueblo quien decida. Propongo entonces este proyecto de Ley: una consulta popular no vinculante. Que todo el país se exprese y que todos los legisladores escuchemos la voz de la mayoría.
(*) Diputada nacional