«Los delincuentes terminaron su cuarentena y la sociedad está amenazada»
Al compás del aislamiento impuesto por el Gobierno, aumenta la violencia, la inseguridad y el temor. Por el Dr. Roberto Costa (*).
Cuando el 20 de marzo empezamos la cuarentena –fijada hasta el 31 de ese mes- no imaginamos todo lo que vendría después. Al comienzo fue una decisión que tuvo buenos resultados ya que tanto Nación, provincias y municipios pudieron preparar el sistema sanitario pero el tiempo fue pasando, se fue extendiendo la medida y se generaron otros problemas que requieren de un Estado presente.
A más de 140 días continuamos en aislamiento, las marchas y contramarchas del Gobierno en pandemia y el presente que se estira sin un horizonte claro han generado inestabilidad emocional en muchas personas. Con deudas que crecen y que se suman al no poder trabajar, circular, visitar a un ser querido o simplemente salir a caminar o correr en soledad. Hoy, la vida transcurra en un contexto psicosocial endeble, una olla a presión que levanta temperatura.
Mientras tanto en las calles bonaerenses crece otro mal, que es la inseguridad. Al compás de la cuarentena impuesta por el Gobierno, aumenta la violencia, la inseguridad y el temor. Cada vez tenemos más miedo a salir, cada vez es más peligroso ir hasta el almacén, esperar el colectivo para ir al trabajo o simplemente caminar por las veredas bonaerenses.
Ante todo esto: ¿Cuál es la respuesta del Gobierno? Idas y vueltas, falta de coordinación, reacciones espasmódicas y un cierto amateurismo que desconcierta y que se ve –entre otras cosas- en el permanente desencuentro entre las fuerzas de seguridad federales y provinciales.
En el marco de la crisis sanitaria global, no podemos aceptar que la agenda del Gobierno gire solamente en torno a la atención directa del Covid-19. Hay paralelamente otras urgencias que atender y que no pueden esperar.
Victimas del olvido
Ante este escenario de angustia social, se ha generalizado una profunda sensación de impunidad del delito. Los delincuentes terminaron su cuarentena y han salido a las calles a cometer todo tipo de ilícitos.
Miedo, resignación, impotencia, colman a una sociedad harta de la inseguridad. Ante ello, desde Juntos por el Cambio impulsamos un proyecto de ley que ampara y que cuida a las víctimas de delitos, otorgándoles un mayor protagonismo en el desarrollo de todo el proceso penal. Queremos garantizar y asegurar su debida representación, asesoramiento, asistencia jurídica y protección integral.
Pero parece ser que los derechos humanos son selectivos para este gobierno, quien se niega sistemáticamente a tratar este proyecto, sin considerar con la misma premura e interés los derechos humanos de las Victimas como de los victimarios.
Inseguridad. La cuarentena autoimpuesta
La realidad imperante nos abruma de confusión. Vemos un gobierno con mensajes difusos, que dice cuidar a la gente, mientras la violencia en los delitos crece a pasos agigantados.
La sociedad se siente amenazada, no solamente por la incertidumbre de un futuro a corto y mediano plazo, sino por ser víctima de la violencia exacerbada que se observa en los delitos que día a día difunden los medios de comunicación. Mientras, cada vez son más las víctimas que deciden no realizar una denuncia descreídas de un sistema que nos las acompaña y por miedo a represalias.
Estado ausente, vecinos armados y justicia por mano propia, son lamentablemente hechos que vuelven a instaurarse en el centro de la crisis de inseguridad. Exijamos a nuestros gobernantes medidas y acciones concretas. No podemos aceptar que, al ritmo del relajamiento de la cuarentena impuesta por el Gobierno, generemos socialmente una cuarentena autoimpuesta por el miedo a la inseguridad.