La dictadura de la deuda eterna
Miseria y desindustrialización planificada. Por Andrés Mucilli (*).
La dictadura cívico-militar que se inicia en marzo de 1976 se propuso cambiar el modelo de de industrialización por sustitución de importaciones iniciado en la Década del 30’, profundizado sin precedentes durante el Gobierno del General Juan Domingo Perón alcanzando niveles de crecimiento de la clase media y descenso de la pobreza y la indigencia nunca vistos en la historia del país. Mientras Estados Unidos y Europa iniciaban su “Época Dorada” del Capitalismo en el marco del reinante Estado de Bienestar Keynesiano Occidental en Argentina eso se llamaba Peronismo bajo las banderas de Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social.
El golpe de Estado de 1955, el bombardeo a Plaza de Mayo, la matanza de civiles, persecución y proscripción del Partido político con mayor cantidad de votos fue la puerta de ingreso al FMI. Organismo multilateral de crédito al cual Perón nunca había querido ingresar en la búsqueda de mantener la tan defendida independencia económica continuando la línea histórica de San Martín, Rosas e Irigoyen.
Este modelo que sobrevivió hasta la última dictadura había tenido fuertes embates previos pero ninguno de ellos tan profundos y desestabilizadores para la sociedad en su conjunto como el que se impuso a fuerza de Dictaduras bajo el Plan Cóndor en toda Latinoamérica.
¿Fue entonces la última Dictadura la lucha de dos bandos cómo pretende instalar la teoría de los dos demonios?
O fue, según datos económicos e históricos, el medio por el cual se buscaba desinsdustrializar, endeudar y quebrar en términos socioeconómicos y culturales nuestra querida Argentina junto al resto de Latinoamérica en el medio de la Guerra Fría, la crisis del Petróleo y la disputa entre potencias del orden mundial reinante.
Las políticas económicas ortodoxas y monetaristas implementadas por Martínez de Hoz en principio y el resto de sus sucesores promovieron la apertura indiscriminada de importaciones, la baja de salarios, la persecución a los sindicatos, la compra venta por primera vez de inmuebles en dólares, las altas tasas de interés, la desregulación de alquileres, tarifas y servicios, el endeudamiento, la fuga y la estatización de deuda privada. Estatización realizada entre otras personas por quién nos acompaña hasta estos días, el mayor defensor del Neoliberalismo, el Dr. Cavallo quien entonces trabajaba en el Banco Central.
Dos grandes productos del cine Nacional grafican el clima de época con gran calidad: La Historia Oficial y Plata Dulce.
El país se endeudaba y permitía el ingreso y egreso de capitales especulativos que gracias a las altas tasas de interés generaban rentabilidad a costa del Pueblo Argentino mientras la deuda financiaba el egreso de dólares. Quebraban empresas pequeñas y medianas y se fortalecían los grandes grupos que luego colectivizarían sus deudas con la ciudadanía como el grupo Macri.
Fue la instauración a base de golpes, torturas, detenciones forzosas, asesinatos y desapariciones de una deuda odiosa que condiciona nuestro desarrollo hasta el día de hoy.
Solo para cuantificar este aspecto en Argentina en 1975 tenía un 5-6% de pobreza, concluida la dictadura llega al 20% y al final del 2do periodo Neoliberal dónde nos alababan por ser “El modelo” y el “Mejor alumno” el país volaba por los aires con 54% de pobreza en 2001.
Desde la Dictadura al 2001 las políticas públicas fueron como las de Cambiemos, las que defienden los libertarios y piden públicamente: reducir el Estado, flexibilizar jubilaciones y trabajo, abrir importaciones, eliminar subsidios y liberar el dólar y los capitales especulativos y no menos trágico dolarizar la economía. Lo que nos quebró en el 76, se profundizó hasta explotar en el 2001 y nos volvió a empobrecer de forma y en tiempo récord durante la gestión de Cambiemos, la tercer ola Neoliberal. Desde 1976 a la fecha y con reconocimiento del Banco Mundial (ver web oficial) el gobierno Nacional y Popular liderado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández logró mejorar muchos de los indicadores sociales duplicando la clase media mediante políticas de crecimiento con inclusión. En 2015 Cristina Fernández de Kirchner dejaba su gobierno con el PBI creciendo al 2,5% y la Argentina se ubicaba en el primer lugar Latinoamericano en términos de ingresos salariales y jubilatorios, medidos en dólares. En solo 4 años Cambiemos devolvería al país en el puesto N°11 del mismo ranking, además con menor PBI, destrucción industrial y comercial solamente comparable con la Dictadura y los gobiernos de Menem y De la Rúa.
Tres procesos de Neoliberalismo con los mismos resultados socio económicos. El último en tiempo y forma récord: Default con Bonistas Privados, FMI y Deuda Pública en pesos…además de inflación récord desde 1991.
Lamentablemente la Dictadura no fue solo económica y militar sino también cultural. Lo que se instaló mediante las armas y el cesé democrático desde los 90s alcanza con el ataque mediático y judicial.
Con esto quiero decir que existe una clara continuidad en el tipo de modelo económico entre la dictadura, el menemismo, el gobierno de De la Rúa y el de Cambiemos que busca privilegiar la especulación financiera a costa de las grandes mayorías en vez de promover el crecimiento con inclusión mediante el valor agregado en bienes y servicios y un Estado presente, universal, eficaz y eficiente. Que no busca estatizar todo sino estar allí donde el mercado excluye y desregula cómo supo decir Néstor Kirchner en su discurso de asunción.
En este marco la deuda externa constituye un elemento de pérdida de autonomía que atenta contra el pueblo y la industria nacional.
La deuda eterna e impagable es para que no podamos decidir tener un país con trabajo, valor agregado (Industria y Ciencia) y Estado Presente.
Una deuda que continua vigente en sus re negociaciones. Que solo fue reducida, de forma histórica, por Néstor Kirchner y Cristina Fernández con una profunda doctrina Peronista librándonos del FMI.
Una política de desendeudamiento permanente cumpliendo con las obligaciones contraídas por gobiernos anteriores.
Hoy más que nunca frente a un nuevo saqueo del FMI con complicidad de los partidos anti pueblo, como Cambiemos, volvemos a decir fuertemente:
La deuda es con nosotros/as/es
Con la fuerza de las Madres y las abuelas seguiremos militando por Verdad, Memoria y Justicia.
(*) Andrés Mucilli, licenciado en administración de empresas, subsecretario de Producción de la Municipalidad de Escobar.