Roberto “Chasman” Costa y su última carta
Pesa fuerte en la política provincial, pero en Escobar hizo agua siempre. Luego de haber sido derrotado en dos oportunidades (´91 y ’07) buscará ahora llegar al sillón de Lambertuchi pero manejando como títere a su hijo.
“El fruto no cae lejos del árbol”, dijo sin tapujos, días atrás, el macrista Miguel Jobe, luego que una mano negra lo dejara afuera de las PASO. Se refería al concejal Leandro Costa y a su padre, el senador Roberto, pero quien es en los hechos el precandidato a intendente de Cambiemos. Tal como fue en 1991 y 2007.
Roberto intentó con la UCR, partido que destrozó desde adentro, allá por 1991 pero Valle logró la relección. Se alió con los Kirchner en 2007, como hizo Cobos, y no solo no ganó, sino que quedó tercero, lejos de Guzmán y Carranza.
Luego se unió con Alfonsín (h) y De Narváez en 2011, apoyando la candidatura de su hijo a concejal, quien años antes había asegurado que no seguiría los pasos de su padre. Todo lo contrario: dejó abogacía, las clases de educación física y se convirtió en político. Para vivir de la política.
Roberto Raúl, sin el chascomusense y el colombiano, se alió a Sergio Massa en 2013, inscribiéndose en un distrito lejano a su tierra natal. Lo abandonó menos dos años después cuando los números del tigrense eran otros. Fiel a su costumbre.
Ya junto a Macri, se alió con Luis Patti, quien al no poder ubicar a “Luisito” en la lista puso a Urbano, dejando afuera además a Miguel Jobe, quien le pidió a Roberto los números 1,3 y en la lista de concejal, más un consejero escolar. Pero RC dijo que no, los de Jobe no forman parte de la lista de su hijo. O sea, su lista.
Su primogénito tiene más chances que él de llegar a la intendencia, es verdad, lo que no signifique que lo logre. Por más timbreo, premios comprados y lobby en medios locales que haga, el FR le hará fuerza y le sacará concejales. El FpV está fuerte. Y la gente no es tonta. Los hilos del títere se notan desde lejos…
Gustavo García