Lissa Vera a corazón abierto recordó su época en Bandana y contó el día que se disolvió el grupo: “No es fácil cuando la exposición te penetra los huesos”
A dos semanas de la muerte de Liam Payne, antiguo miembro de One Direction, los artistas que surgieron de realitys quedaron en el centro de atención de los medios masivos y las redes sociales. Y no solo por el nombre, la fama y la gloria que arrastraba el grupo británico, sino porque la tragedia reveló lo más crudo de esa vida de luces y aplausos: él, como otros jóvenes que conquistaron el estrellato de forma súbita, enfrentaron un encierro emocional y físico, que nadie veía. En más de una entrevista, el joven afirmó que es fue una carga que le costaba soportar.
“No es fácil cuando la exposición te penetra los huesos, creo que nunca fui tan sincera en mi vida”, analizó Lissa Vera, exintegrante de Bandana, el primer grupo pop femenino formado en Argentina por un reality show. En este mano a mano exclusivo con Teleshow, la cantante recordó la época de gloria con el grupo y también las cosas que no fueron tan positivas para ella: “No te podés sacar el mameluco de la fama y dejarlo colgado en el placard”, siguió la artista.
Si pensamos en éxitos nacionales e incluso internacionales en la historia de la industria argentina, no hay duda que desde el año 2001 al 2004 Bandana fue furor en cada rincón del país. Con sus looks de época, jeans tiro bajo y el clásico pañuelo en su pelo al ritmo de “Dance, dance, dance hoy tu sueño es real”, las artistas ganadoras del reality Popstars marcaron una época y causaron furor en todos los jóvenes.
“Lo positivo que tuvo es lo que se vio, creo que Bandana terminó de instalar el pop en la argentina de una manera potente. Ganamos premios, fuimos número uno durante mucho tiempo. Marcamos tendencia no solo en moda sino a nivel musical. Hoy este género es liderado por mujeres cosa que antes en este país no sucedida, siempre venía de afuera pero no había nada nacional que se instale fuerte”, recordó Lissa considerando aquella época como un sueño cumplido.
Y es que Bandana surgió en un contexto similar al de One Direction: el formato de reality show que garantizaba una fama tan instantánea como explosiva. En aquella época, los hogares argentinos se llenaban de expectativa al ver a cinco jóvenes ser elegidas y lanzadas a un estrellato que creció sin control.
Pero detrás de las giras, los conciertos y el éxito que hacían delirar a sus fanáticos, a sus 42 años, Lissa recordó un mundo que parecía blindado para ellas. “Era algo totalmente nuevo, con reglas muy estrictas. Siempre estabas al borde de la cornisa caminando. Para mí era prácticamente estar sobre minas”.
Ese camino no solo estaba lleno de expectativas, sino también de presiones y retos que pocas personas podían ver. Vera, a su vez y siendo apenas una joven, entendió en aquel entonces, que sus errores no solo la afectarían a ella. “Todo recaía sobre vos, sobre tu trabajo y tu gente”, comentó en esta nota con Infobae y sumó: “No nos dejaban ir a ningún lado, estábamos prácticamente encerradas, no podíamos tener contacto con nadie” eso era parte del efecto reality.
El día que se disolvió el grupo
—Hace unos días hablamos con Virginia de Cunha que nos dijo que si no sabés mirar las cosas desde afuera, este ambiente te lleva puesto. En lo personal cómo lo viviste?
—Mirá, te soy sincera, si no fuese por mi familia, no sé que hubiera pasado de mi. Y sin mi fe, no sé en dónde habría terminado porque la presión fue muy heavy. Siempre quedábamos como chicas caprichosas y en realidad lo que necesitábamos era que nos escuchen. Fue muy hostil para nosotras. Yo siempre lo mantuve en silencio, básicamente porque fue un pacto que hicimos entre nosotras de mantener lo más lindo de Bandana. Pero no fue tan lindo Y por eso decidimos separarnos.
—¿Qué te decía tu familia?
—Bueno, mi papá me decía que habían cosas peores y yo le contestaba que tenía razón: era tomar lo que me servía y tratar de desechar lo que me afectaba. Pero no es fácil cuando te penetra los huesos, cuando es tu propia persona, cuando no te podés sacar el mameluco de la fama y dejarlo colgado en el placard porque después todos te juzgan. Además el cariño de la gente es muy voluble. Hoy te aman y mañana te crucifican.
—¿Y ustedes como grupo se acompañaban? Contame del día que se separaron
—Mirá, con respecto al día que nos separamos hicimos un voto. A mí me pasaron muchas cosas personales y a cada una en sí. No te puedo hablar de lo que le pasó a mis compañeras, pero sí te puedo decir que llegamos a un punto en común. Estábamos agotadas y no veíamos los frutos en el día a día, en lo monetario y tampoco en la vida sana para nuestras cabezas. El día que nos reunimos surgieron cosas para hacer en Israel y la propuesta de un disco más. Entonces algunas pensamos que por ahí estaba bueno seguir para repuntar la situación. De hecho éramos dos que decidimos ver si podíamos hacer algo más antes de separarnos (Virginia y yo) pero la votación salió tres en contra que ya no soportaban más. Así que la decisión al final fue mayoría y dijimos bueno, nos bajamos todas entonces.
Un balance con diferentes aristas
—¿Bandana que significado tiene hoy para vos?
—No fue algo negativo Bandana, tiene varias aristas negativas que son las que no se ven. Pero, por ejemplo, escuchar artistas como Lali Espósito, Emilia Mernes, Tini Stoessel que crecieron con nosotras y ahora cantan nuestros temas a mí me llena de orgullo. Creo que marcamos varias generaciones para bien y eso es lo que a mí me llena de alegría.
—Después de Bandana seguiste con tu vida, con tu carrera, ¿fue difícil para vos?
—Sí, creo que todas las trabas habidas y por haber me las pusieron o las probaron conmigo. Yo pude salir de cada trampa porque donde me cerraron la puerta, Dios me abrió una ventana. Me pasó que un manager se enojó conmigo y me bajó en un montón de lados. Hoy yo también estoy en una edad más allá de todo y nada me sorprende. Ya vi que la fama te puede dar todo lo que querés y también lo que no. Porque hoy me felicitan por una cosa y mañana me tratan de criminal. Tomo lo bueno y trato de utilizarlo para mi, para el bien de mi gente y para el bien de las personas que lo necesitan. Punto. Lo demás es un zoológico. Te la hago corta.
—¿Te arrepentís de algo? Porque además de lo malo también me mencionaste lo bueno que tuvo la exposición
—No. No me arrepiento de nada porque cada cosa que hice, la hice poniendo el pecho. Y cuando pones el pecho, sabes que te vienen las balas. Bandana es la banda pop más influyente de todo el país y voy a seguir con mi convicción, hasta que caiga pero yo muero de pie. Creo que nunca fui tan sincera en mi vida.