Ajo y agua: Albina Flores renunció a la UGC del barrio San Miguel
La falta de agua en el barrio fue el puntapié para una historia que terminó con la renuncia de la funcionaria. Antes, un Whatsapp con una broma inoportuna desató toda clase de críticas en redes.
“Tengo la universidad de la calle, la de la gente, la de ayudar y puedo cometer errores”, expresó Albina Flores en su carta final, la segunda, donde anuncia que dejó su cargo en la UGC IM2. La funcionaria anunció que “me corro del cargo, pero no de la militancia, ni de mi merendero, ni de mi querido barrio y sus vecinos”.
El contexto en el barrio San Miguel estaba caldeado: en los días de mayor temperatura del año, nuevamente se dio un problema histórico en esa zona de Ingeniero Maschwitz: la falta de agua.
Albina Flores, vecina y dirigente social del barrio, cometió un error que fue fatal en tiempos donde la tecnología manda. Envió un audio de Whatsapp a una vecina en vez de a una amiga. Entre risas, dijo: “De eso se encarga la UGC, donde trabajas vos. Pero ahora estamos en el barrio del fondo así que aguantate, total usted es de adentro y no va a salir a hacer un posteo que diga «no tengo agua» ajo y agua, a joderse y aguantarse”.
Lo que parecía un audio infantil, se dio en un contexto donde muchos vecinos no perdonaron. Rápidamente se viralizaron por Facbeook y Whatsapp. “Hacé lo quieras, no me complica, tampoco me voy a hacer mala sangre. Me equivoqué y punto”, le dijo Flores a la vecina que recibió equivocadamente los audios ante, tal vez, una amenaza de postearlo en redes.
Después aparecieron otros episodios, con total tinte político. Una cuenta fake, creada minutos antes, hizo un posteo alusivo, fingiendo ser Albina Flores. Tomó su foto de perfil real y dijo: “Comprense una vida y dejen de envidiar a la gente que supo progresar en la vida, no me voy a disculpar por una broma”.
Esa captura de pantalla también se viralizó, echando más leña al fuego. «Miente, miente, miente que algo quedará”, aseguraba Joseph Goebbels, la mano derecha de Adolph Hitler. Con el correr de las horas, las críticas en redes estaban en ascenso.
Albina Flores luego hizo un posteo el mismo jueves que terminó borrando. Este fin de semana, en un amplio texto, mencionó: “No existe otra forma de arrancar que no sea pidiendo DISCULPAS por la forma en la que me expresé en el audio en el que pensé que hablaba con una amiga y compañera de trabajo. El “ajo y agua” estaba dirigido a nosotras mismas, no a los vecinos. “Vivo desde hace más de 50 años en el barrio San Miguel. Tengo el merendero desde donde hace años ayudamos a la gente. Posiblemente no sea la mejor de todas con las palabras, pero tengo la universidad de la calle, la de la gente, la de ayudar y puedo cometer errores. También me sumé a la gestión del intendente Ariel Sujarchuk para aportar a este barrio que tanto quiero, incluso como concejal. Antes de esta gestión San Miguel era un lugar que se inundaba, oscuro, sin asfalto y muchas cosas más” .
También hizo eco en la persona que recibió por error su mansaje. “Quiero pedirle disculpas a la vecina que recibió el audio. Quiero contar qué pasó: lo grabé pensando que hablaba con un par nuestro de la UGC dando a entender que quienes TRABAJAMOS EN LA GESTIÓN somos los que tenemos que jodernos y aguantarnos (ajo y agua). Eso va siempre para nosotros, mis pares, ya que tenemos la obligación de trabajo y estamos convencidos de que primero es el otro, el vecino”.
“Me equivoqué y se lo mandé a una vecina. Fue un error, pero en el marco de la situación que estamos viviendo entiendo que ofendí a algunos vecinos”, agregó, cuestionando la cuenta trucha de Facebook que se creó en este contexto. “Si el precio de mis errores es este, lo voy a pagar con la misma dignidad con la que trabajé siempre, nunca trabajé por los cargos. He tomado la decisión de dejar mi rol de coordinadora de la UGC. Agradezco que me hayan dado la oportunidad para ayudar desde ahí a mis vecinos. Pero bueno, vivimos en un mundo en el que un audio de whatsapp, un Facebook trucho, hacen una situación desafortunada que pesa más que quedarme con vecinos y gente de la Muni a arreglar caños hasta cualquier hora y poner el pecho, ya que ni AySA ni el gobierno nacional hacen nada”.