Martín Lanatta y Víctor Schillaci se negaron a declarar por la fuga del penal
Los condenados por el triple crimen de General Rodríguez que fueron recapturados el lunes en Santa Fe tras quince días prófugos, se negaron a declarar en el marco de la causa por la fuga del 27 de diciembre.
(Télam) Este miércoles se conoció el audio de una comunicación telefónica entre un jefe policial y el empresario Marcelo «El Faraón» Melnyk (35), detenido por encubrir la evasión y confirmó los vínculos entre algunos miembros de la fuerza con el círculo íntimo de los fugitivos, tal como lo denunció el ministro de Seguridad provincial Cristian Ritondo.
Por su parte, el procurador del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Francisco Mugnolo indicó que los hermanos Martín (42) y Cristian (44) Lanatta y Schillaci (35) se encuentran en «condiciones óptimas» de alojamiento en la cárcel de Ezeiza y en pabellones distintos.
Hasta ese penal se dirigieron para tomar a los recapturados las respectivas declaraciones indagatorias el fiscal general de Azul, Cristian Citterio, quien investiga la fuga de la cárcel; y su colega de Coronel Brandsen, Mariano Sibuet, a cargo de la causa por el ataque a los policías Fernando Pengsawath (23) y Lucrecia Yudati (33), cometido cuatro días después de la evasión en Ranchos.
La abogada defensora María Elizabeth Gasaro aseguró que los Lanatta y Schillaci «se negaron a declarar» ante el fiscal Sibuet, quien los indagó por el delito de «doble tentativa de homicidio». Además, los últimos dos recapturados también se negaron a declarar frente al fiscal Citterio por la fuga de la cárcel, por la cual ya se había negado Martín Lanatta.
«Se negaron a declarar, vamos a esperar a analizar bien la causa porque todavía no pudimos obtener copia y como la causa está en plena instrucción siempre hay pruebas que se aportan todos los días», explicó a la prensa la defensora.
Según la letrada, el equipo de abogados del estudio Yrimia y Asociados que representa a los condenados quiere «tener vista la totalidad de la causa para que los chicos declaren en ambas».
En ese sentido, otro de los defensores, Humberto Próspero, recordó que solicitaron que «las causas se unifiquen en el fuero federal para que quede todo en su lugar».
«Les aconsejamos a ellos que no declaren porque la defensa no puede chequear la infinidad de pruebas que se van acumulando en el día a día», aseguró.
En tanto, el letrado expresó que «puede ser una posibilidad muy cierta que ellos se escaparon porque tenían miedo de que los mataran» aunque, aclaró, «eso lo tienen que decir ellos personalmente primero ante el juez».
Antes de la salida del penal de los abogados defensores, el procurador Mugnolo estuvo dentro de la unidad y al retirarse de la misma contó que los tres recapturados «están muy bien, están separados, en los calabozos de seguridad, no tienen ningún problema».
El procurador aseguró que los tres condenados pidieron «cosas que pide cualquier persona cuando entra en una cárcel, como la comunicación con la familia, el deseo de que prontamente salgan de esa situación de aislamiento» y agregó que ya recibieron visitas de sus parientes. «El Servicio Penitenciario sabe cuidar bien a las personas y en este caso los están cuidando muy bien», concluyó Mugnolo.
Por otra parte, el ministro Ritondo decidió separar de su cargo y que Asuntos Internos le inicie una investigación interna al comisario Leonardo Julián, quien estaba a cargo de la Jefatura Distrital Almirante Brown cuando llamó desde un teléfono fijo de esa repartición al celular del «Faraón» Melnyk.
En esa comunicación, Julián le dijo al empresario que ahora iba a tener «banca» en su jurisdicción y lo invitó a que pasara a visitarlo, a lo que Melnyk le advirtió que los teléfonos podían estar «pinchados» y que iba ir a verlo la semana siguiente.
En esa charla, el jefe policial le aclaró que ya no estaba en la comisaría de Ezpeleta, dependiente de la Departamental Quilmes, con jurisdicción en la zona donde Melnyk reside y trabaja, y también en la quinta de Florencio Varela donde se cree que ayudó a los evadidos horas después de la fuga.
En ese marco, «El Faraón» fue detenido el 30 de diciembre -la evasión ocurrió el 27- y el 3 de enero el Ministerio de Seguridad bonaerense decidió remover a la cúpula de la Coordinación Departamental de Investigaciones (CDI) Quilmes ante la sospecha de connivencia con los fugitivos.
En ese sentido, el ministro Ritondo dijo días atrás que «hubo policías que colaboraron con los prófugos», en tanto que ayer pasó a retiro activo voluntario a siete comisario generales.