A una semana de las PASO, Fernández culpó al macrismo: «Sólo tuvimos 99 días de normalidad sanitaria»
El Presidente subrayó que recién ahora, en «el día 100», el país «empieza a recuperarse» económicamente y la gente comienza a retomar «el ritmo habitual».
El presidente Alberto Fernández sostuvo que el país «empieza a recuperarse» económicamente y que «ingresa en una nueva etapa» a partir del avance de la vacunación, lo cual permite que «los contagios cedan» y se empiece a retomar «el ritmo habitual» en la vida de los argentinos.
«Recién ahora, con el avance de la vacunación, los contagios ceden y empezamos a recuperar el ritmo habitual en nuestras vidas. Así, nuestra Argentina ingresa en una nueva etapa», indicó en una columna publicada este domingo en Infobae que el propio jefe de Estado tituló «El día 100».
«Desde que asumimos el gobierno, solo contamos con 99 días de normalidad sanitaria. El resto, fue básicamente poner de pie un sistema de salud abandonado y enfrentar los contagios de un virus desconocido. Todos nuestros planes originales se trastocaron porque las prioridades repentinamente fueron otras. Tras el dolor que la pandemia nos ha infligido llevándose con ella la vida de tantos seres queridos, hoy la Argentina empieza a recuperarse», afirmó.
Con estas palabras, Fernández deja en claro que busca que juzguen los resultados de su gestión desde este día número 100 en adelante, ya que el año y medio anterior no se puede analizar bajo parámetros normales, por la distorsión que generó la pandemia a nivel global y nacional.
Más allá de eso, destacó que pese a las adversidades se consiguieron algunos logros como el aumento de la inversión en «un 14% respecto de 2019».
«Si observamos la actividad industrial, advertimos que ha crecido en junio casi el 12% respecto del mismo mes de 2019. Lo mismo ocurre en la construcción y en el uso de la capacidad instalada de nuestras industrias. Hemos logrado el nivel más alto de exportaciones en los últimos ocho años y nuestras reservas monetarias poco a poco se recomponen.
Para Fernández, «cuando este año culmine, Argentina habrá crecido más del 7% y seguirá creciendo en los años posteriores».
«En gran medida el ritmo de la recuperación es posible por haber puesto en práctica la lógica política que abrazamos desde siempre: un Estado presente para cuidar la vida, la educación, el trabajo y la producción de la Argentina», concluyó.
El presidente destacó la inversión en salud y la campaña de inmunización, pero también ponderó que «mientras cuidábamos la salud de los argentinos nunca perdimos de vista la necesidad de preservar pequeñas y medianas empresas que daban y dan trabajo».
«Si no hubiéramos cuidado a esas empresas, hoy no estaríamos volviendo a crecer. Si no hubiéramos acompañado a cada trabajador y a cada trabajadora, hoy no se volverían a levantar las persianas de las industrias y los comercios. Si no hubiéramos aumentado los créditos para aquellas pequeñas y medianas empresas bajando las tasas que los bancos cobran por esos créditos, la producción se hubiera estancado», dijo.
A su entender, se está «logrando esta recuperación porque existe un Estado promotor de la obra pública y de la construcción de viviendas».
«Esa mayor inversión pública se financia porque el fisco recauda más en una economía que crece, porque el Aporte de las Grandes Fortunas es destinado a ese desarrollo y porque hemos ahorrado más de 35 mil millones de dólares en intereses de la deuda que el anterior gobierno tomó», apuntó.
«Yo sé que muchos argentinos todavía no logran salir del malestar que la pandemia ha generado. Pero estoy seguro de que con el correr de los días en cada hogar de nuestra Argentina se va a sentir más esta recuperación que estamos transitando», manifestó.
Fernández reconoció «la decepción que anida en muchos jóvenes», aunque transmitió un mensaje de «esperanza» al señalar que «con la reactivación, las oportunidades de educarse, trabajar y progresar van a florecer».
Según Fernández, «debemos entender que lo que está en debate es cómo será nuestro país cuando acabe esta pandemia».
«Enfrentamos dos modelos de país claramente contrapuestos que miran los problemas del pueblo de modo diferente. Y comprender la dimensión de la discrepancia es central para construir el futuro», indicó.
«No todo es lo mismo. No es lo mismo generar con total desaprensión una crisis económica y social como la que creó el gobierno anterior, que trabajar y esforzarse por proteger en todo lo posible a la Argentina ante una crisis global determinada por una pandemia. No es lo mismo lograr que la industria crezca, incluso en pandemia, que la destrucción industrial que hemos vivido entre 2016 y 2019. No es lo mismo que los jubilados paguen o no los medicamentos que necesitan para vivir. No es lo mismo que las tarifas de los servicios públicos sean accesibles para quienes los requieran o que las tarifas sean dispuestas en función de las utilidades pretendidas por quienes explotan esos servicios. No es lo mismo que más de un millón de trabajadores paguen o no impuesto a las ganancias. No es lo mismo que los chicos tengan o no la computadora que necesitan para estudiar, ni es lo mismo que la educación universitaria se disemine federalmente o se concentre en las grandes ciudades. No es lo mismo igualar o no los derechos de argentinos y argentinas», comparó.
En otro orden, dijo que «el tiempo de los planes sociales debe ser superado por la creación de trabajo», aunque aclaró que «eso no significa dejar de asistir a quienes lo necesitan» ya que «el Estado no puede abandonar a su suerte a las víctimas de la pobreza».
«Desde el 10 de diciembre de 2019 solo vivimos 99 días en un clima de normalidad sin tener en riesgo nuestras vidas. El día 100 de normalidad está llegando y a partir de entonces solo seremos nosotros lo únicos artífices de nuestro destino», concluyó.