Año primero después de Milei
Hoy hace un año que Javier Gerardo Milei, economista con Doctorado Honoris Causa por el ESEADE, asumió la primera magistratura de la Nación Argentina. Ya es sabida la meteórica carrera que lo llevó de los platós de televisión a la Casa Rosada, previo paso rápido por el Congreso Nacional; pero para no acostumbrarnos rápido a cosas que hace un año eran impensadas, quiero marcar esos hitos del gobierno y ayudar a pensar los desafíos que vienen de cara al 2025. Por Ciro Patiño (*).
Al momento de asumir, la situación del país era crítica, al borde de la explosión. Hubieran bastado pocas palabras la misma noche cuando Milei ganó el balotaje para que la economía volara por los aires. Pero, contrario a lo que muchos esperaban, esos días fueron de suma prudencia y esa actitud ayudó a evitar todo estallido económico, social y político.
Ya asumido, comenzó una tarea milimétrica para ir desactivando varias bombas que el kirchnerismo había dejado acumuladas con el fin de que cualquier paso en falso hiciera volar por los aires a Milei y, con él, a todas las ideas que en él se congregaron: Dólares que no había, deuda comercial asumida por el Central «por abajo» sin poder cumplir, pasivos remunerados motorizando una hiperinflación, controles de precios por doquier, sistemas regulatorios y burocráticos soviéticos, pobreza en franco ascenso y el drama del narcoterrorismo en Rosario son sólo algunos de los asuntos que, con urgencia, el presidente Milei y su equipo ministerial tuvieron que resolver apenas recién llegados.
Hoy, a un año de eso, la situación no es fácil ni acomodada, pero difícilmente pueda afirmarse que la situación general del país está peor que en ese entonces. Resulta lejana la idea de que una hiperinflación ocurra mañana y eso no es neutral; la hiperinflación es la ruptura total del tejido social, la destrucción del sistema de precios y, por ende, de la economía. Hoy también, de cara al futuro, vemos desafíos que poco a poco se van aclarando, como ser el crecimiento económico genuino, la recuperación de la productividad y, con ella, de los salarios, la consecuente reducción de la pobreza…
Este año, para quienes llevamos con orgullo y honor las banderas del liberalismo, fue impensado hace unos años. Y, en defensa de esas ideas, de este sistema filosófico político en el que creemos cada uno de nosotros, es necesario que cada acción de gobierno que se tome, cada acuerdo político que se celebre, cada paso en la construcción de esa Argentina libre y abierta con la que soñamos, sea al amparo de estas ideas.
El año que estamos por comenzar es, como ya sabemos, un año electoral. Por defender estas ideas que menciono, es que debemos honrarlas con las personas que serán las responsables de representarlas en todos los ámbitos legislativos del país, en sus tres niveles estatales, procurando su honestidad intelectual y moral, su profesionalismo y su abnegación para con este ideario liberal.
Como cierra el Presidente Milei, que Dios bendiga a los argentinos y que las Fuerzas del Cielo nos acompañen.
Ciro Andrés Patiño Smokvina
Lic. en Economía