Arsénico en el agua: Escobar entre los distritos más afectados según un informe

AYSA descarta riesgos para la salud. Aseguran que el agua que distribuye en su área de concesión “cumple con los parámetros establecidos y no implica ningún riesgo para la salud”.
Un reciente informe encendió la alarma en distintas ciudades del país al señalar altos niveles de arsénico en el agua potable. Entre los distritos marcados en rojo —categoría que indica concentración elevada— aparece Escobar, lo que generó preocupación entre vecinos que comenzaron a consultar sobre la situación sanitaria y la potabilidad del servicio.
Ante el revuelo, este viernes AySA emitió un comunicado oficial en respuesta a “las consultas de usuarios sobre posibles variaciones en los niveles de arsénico”. La empresa aseguró que el agua que distribuye en su área de concesión “cumple con los parámetros establecidos y no implica ningún riesgo para la salud”.
La firma señaló además que “las concentraciones de arsénico se encuentran por debajo del valor permitido por la normativa vigente y que la calidad del agua es controlada de manera permanente”. Según explicaron, los controles se realizan tanto en plantas potabilizadoras como en distintos puntos de la red, lo que permitiría garantizar niveles aptos para consumo humano.
Entre el informe y la respuesta oficial
El informe que circuló días atrás generó inquietud al colocar a Escobar en el grupo de distritos con mayor presencia de arsénico en el agua. Si bien no se difundieron valores oficiales en ese documento, el hecho de que el partido figure en la franja más alta del ranking abrió interrogantes sobre la calidad del recurso y sus posibles implicancias sanitarias, especialmente a largo plazo.
La respuesta de AySA busca llevar tranquilidad, apoyada en los límites fijados por la normativa argentina, que desde 2012 estableció parámetros más exigentes respecto al arsénico. La empresa remarcó que trabaja bajo ese estándar y que no existe riesgo para la población.
Expectativa por nuevos datos y controles
Mientras continúa el debate, especialistas y organizaciones sociales señalan la importancia de profundizar los estudios, transparentar datos de monitoreo y actualizar mediciones en zonas donde el arsénico puede presentarse de manera natural en napas subterráneas.
En Escobar, como en otros distritos afectados, la discusión recién comienza. El informe encendió la luz de alerta; la empresa prestadora asegura que la situación está bajo control. Entre ambas posturas queda un panorama abierto que seguramente requerirá nuevas evaluaciones, seguimiento técnico y comunicación clara hacia la ciudadanía.
¿Qué es el arsénico y por qué preocupa?
El arsénico es un metaloide que se encuentra de manera natural en el suelo y en napas subterráneas. En muchas regiones del país —particularmente la zona pampeana— su presencia es frecuente y puede ingresar al agua potable en distintas proporciones.
El riesgo no se relaciona únicamente con niveles altos, sino con la exposición prolongada. Consumir durante años agua con concentraciones superiores a las recomendadas puede provocar afecciones crónicas, incluyendo lesiones cutáneas, problemas hepáticos y riesgo incrementado de ciertos tipos de cáncer, según advierte la Organización Mundial de la Salud.
Por eso, aunque AySA sostiene que está dentro de los parámetros legales, la sensibilidad social frente al tema se entiende: las consecuencias, cuando existen, suelen aparecer a largo plazo.
Qué dice la normativa argentina
Argentina inició en 2012 un proceso de reducción gradual de los límites permitidos de arsénico en agua potable. El valor máximo establecido actualmente es de 0,01 mg/l, alineado con recomendaciones internacionales.
Las prestadoras de servicio están obligadas a realizar monitoreos periódicos para verificar el cumplimiento. Según AySA, los análisis que realiza sobre la red en Escobar y otros municipios se encuentran dentro de ese margen.









