La mujer presentaba un profundo corte en el cuello que fue el que le ocasionó la muerte, según las pericias practicadas en el lugar. Se determinó que, en cuarentena, una mujer fue asesinada cada 30 horas.

Un anciano español de 77 años degolló este domingo a su esposa de la misma edad y fue detenido por efectivos de la Policía Bonaerense cuando intentaba fugarse en Escobar.

La víctima fue identificada como María Gelpez Fernández, quien apareció asesinada en una casa ubicada en la colectora Oeste de la Ruta Panamericana al 1100.

Según trascendió, integrantes del Comando Patrulla de Escobar y de la seccional Escobar 1era. detuvieron al femicida, identificado como Francisco Pereyra Espasandino, cuando trataba de escapar del inmueble, luego de haber preparado diversos bolsos con prendas de vestir.

La mujer presentaba un profundo corte en el cuello que fue el que le ocasionó la muerte, según las pericias practicadas en el lugar.

Intervino en la causa, caratulada como “Femicidio”, Gonzalo Hernán Ferreiros, fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 5 de Escobar, dependiente de los tribunales de Zárate-Campana.

En las últimas horas se conoció un relevamiento realizado por el Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano de La Casa del Encuentro que indicó que desde que comenzó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el país se cometieron 67 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, además de tres femicidios vinculados de varones adultos.

El informe realizado desde el 20 de marzo hasta el 12 de junio, reveló que en ese periodo se cometieron 67 femicidios, de los cuales 29 tuvieron lugar en la provincia de Buenos Aires, siendo una vez más el punto geográfico con más casos de femicidios.

De esa manera, se determinó que, en cuarentena, una mujer fue asesinada cada 30 horas.

En tanto, las cifras advirtieron que 4 de las víctimas eran niñas y que 1 de cada 6 mujeres tenían realizada la denuncia previa.

A su vez, el informe señaló que el 65 por ciento de los femicidas eran parejas o exparejas de las víctimas, mientras que el 73 por ciento de ellas fueron asesinadas en su vivienda.