Encabezado por el intendente Ariel Sujarchuk y con la presencia del embajador del Japón, S. E.D. Takahiro Nakamae, se realizó un merecido reconocimiento al ingeniero paisajista y creador del Jardín, Yasuo Inomata, querido vecino de Escobar.

“La ceremonia fue muy emotiva. Representa un capítulo más de confraternidad entre el pueblo escobarense y la colectividad japonesa en el distrito, unidas por un pasado, un presente y un futuro de tradiciones y de culturas que se cruzan y que siempre queremos celebrar”, expresó la diputada nacional Laura Russo, además de descendiente de familia japonesa.

La Asociación Japonesa de Escobar, antes llamado Club Social y Deportivo Belén), nucleó a la colectividad nipona en estas tierras creándose en 1929, con la llegada de Kuhei Gashu. Fue el punto de partida de una importante corriente de inmigrantes japoneses, dedicados a una de las actividades más importantes de la zona: la floricultura. El Jardín Japonés fue una ofrenda que efectuó esta colectividad, en el año 1969, en ocasión de cumplirse el cuadragésimo aniversario de su radicación en el pueblo de Escobar.

Esta institución solicitó su reconocimiento como entidad de bien público el 21 de septiembre de 1989, bajo la presidencia de Novuo Hisaki.

Ubicado en la intersección de las calles Alberdi y Spadaccini, recientemente se inauguró una casa de té, que cuenta con una superficie de 30 metros cuadrados, tiene con un cerramiento de vidrio y hierro, piso flotante y una mesada de madera con un anafe. Por su parte, el patio zen se encuentra en un jardín contiguo, complementando el espacio de la casa de té.