Recuerdo de un nuevo aniversario de fallecimiento del general Juan Domingo Perón.  Por Cristian Romano (*).

El general Juan Domingo Perón, fundador del movimiento de masas que signó la historia de Argentina, fallecía hace 48 años (el 1 de julio de 1974) en el ejercicio de su tercera presidencia constitucional, con lo que el país quedaba huérfano de liderazgo en medio de una creciente espiral de violencia política que anticipaba la irrupción del terrorismo de Estado.

Hablar de Perón hoy es mucho más que una efeméride, lo hacemos a diario, implementamos ese peronismo en nuestra gestión en la función pública, en la militancia,  en la vida…

Militar el peronismo no es algo pensado, es instintivo. No es especulación, es algo inmanente que tenemos desde chicos y que no lo dejamos de lado según los vientos de cambio. No cluadicamos, no nos corremos del eje, no cambiamos de camiseta.

Perón dejó un legado para los que lo seguimos y también para los que lo detestan: hace décadas y también hoy. Dejó una marca en los que bombardearon Plaza de Mayo, en los que celebraban el «Viva el cáncer», en los gestores de la mal llamada Revolución Libertadora, en los que prohibieron el peronismo, en los que tomaron la deuda más grande de la historia argentina… La lista es larga.

Militar el peronismo es estar con el otro, ayudarlo, escucharlo, actuar en consecuencia sin egoísmos. Porque el peronismo es así.

«Nosotros no defendemos ni defenderemos jamás otra causa que no sea la causa del Pueblo», dijo Perón, hablándole al pueblo. Y así será.

Hace 48 años, el general fallecía, pero seguirá vivo en millones de militantes peronistas que seguimos actuando como él nos pidió.

Cristian Romano, militante peronista.

Ariel Sujarchuk conducción 

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