Escuela y comunidad
“Nuestrxs compañerxs transformaron nuestros merenderos en puntos culturales donde desde Redes Reales realizaron un acompañamiento a trayectorias educativas de niñeces y adolescencias, entregando cuadernillos y creando “puentes” entre la escuela y nuestra comunidad con apoyos escolares en cada uno de nuestrxs barrios”. Por Marcelo Ibarra (*).
Quién hubiese pensado que en marzo de 2020 el Presidente de la Nación Alberto Fernández declaró una cuarentena impensada por los argentinos y que sólo podrían circular los llamados “esenciales”: médicos, enfermeras, personal de las fuerzas de seguridad, periodistas, personal de las fuerzas armadas que podían circular libremente hasta su trabajo, el de la economía formal.
Sin embargo, en las entrañas de los barrios había compañeros militantes que se ponían a disposición de las familias y vecinos, que ya venían castigados por la pandemia amarilla, ellos no fueron considerados esenciales en su momento.
Sin dudarlo, las organizaciones sociales decidieron cavar trincheras en cada barrio y se organizaron ollas populares, surgieron miles y miles de “negritas” que alimentaban al barrio, también las compañeras se pusieron al frente y salieron no solo a alcanzar un plato de comida a quienes debían aislarse, también llevaban lavandina, barbijos y alcohol para atenuar el efecto devastador del virus llegado de la lejana China. Fue una manera de achicar la brecha y tejer puentes entre los barrios y el Estado.
Las ollas continuaron, pero se fueron sumando las Postas Sanitarias, a las cuales los vecinxs se acercaban a completar su calendario de vacunación, a retirar productos sanitizantes o adquirir la garrafa social. Pero tiempo después, la pandemia fue dejando en evidencia que con la escuela sola no alcanza, que era momento de articular experiencias y estrategias del territorio con las institucionales, para garantizar una educación de calidad a aquellos chicos y chicas, jóvenes y adultxs donde la falta de conectividad y de acompañamiento generaban más desigualdad.
La llegada de la derecha al gobierno en Argentina en diciembre de 2015 puso en crisis muchas concepciones y posturas que no se habían discutido con anterioridad, en algunas localidades se sostuvieron los FinEs como se podía y, en la mayoría, también se sumó el apoyo escolar. Muchas de estas acciones como inercia y resistencia a las políticas de ajuste. A lo largo del año 2020, desde la Secretaría de Educación del Movimiento Evita de la Provincia de Buenos Aires, se volvió a organizar un ámbito que no había tenido desarrollo orgánico los últimos cuatro años, pero sí diferentes experiencias territoriales a lo largo de toda la provincia.
Y así nacieron las “Comisiones de Proyectos Especiales” del Movimiento Evita en Escobar. Fue un gran desafío: salimos al encuentro de los vecinos, a pesar de que la pandemia dejaba a su paso dolor y muerte nos animamos y convocamos a jóvenes y adultos que no habían terminado su secundaria, no podemos dejar de decir que nos sorprendió la cantidad, y comenzamos con diez comisiones de alumnos, con una treintena de profesores, el desafío fue inmenso.
Al principio recibimos el apoyo de muchos dirigentes de clubes, sociedades de fomento y espacios que se convirtieron en sedes de nuestros proyectos, también nuestras compañeras de organizaciones hermanas Alicia Díaz y Doris Márquez con quienes decidimos que la educación popular sería nuestra muestra de unidad y nuestra forma de mostrar a la sociedad y a la política de que somos capaces de administrar recursos públicos que den bienestar a nuestros vecinxs.
Nuestrxs compañerxs transformaron nuestros merenderos en puntos culturales donde desde Redes Reales realizaron un acompañamiento a trayectorias educativas de niñeces y adolescencias, entregando cuadernillos y creando “puentes” entre la escuela y nuestra comunidad con apoyos escolares en cada uno de nuestrxs barrios.
Nos animamos y dimos un salto cualitativo, pues hoy tenemos nuestras sedes, alumnos y profesores, a quienes agradecemos por la buena voluntad y comprensión para con nuestros estudiantes, es por ello que en los próximos días iniciamos el segundo cuatrimestre de nuestras comisiones con una matrícula de cuatrocientos vecinxs de los distintos barrios de nuestro distrito.
La pandemia no sólo ha visibilizado las desigualdades, sino que las ha profundizado. La desigualdad educativa creció durante el gobierno de Mauricio Macri, durante la pandemia y seguirá creciendo en estos tiempos, donde algunos dejan que su egoísmo sea más importante que la educación de un joven o adulto mayor, en nuestra tarea barrial, detectamos cientos de jóvenes y adultos mayores, que “solos” no volverán a la escuela, por eso en nuestra tarea militante junto al gobierno municipal, provincial y nacional no dejaremos que ningún escobarense se quede sin ir a la escuela.
(*) Marcelo Ibarra
Referente del Movimiento Evita Escobar
Candidato a Concejal por el Frente de Todos