Golpe comando en el Nicolás Avellaneda: miles de pesos robados
La cifra robada no trascendió, pero fuentes policiales descreen del monto denunciado. El hecho se dio en la tarde del viernes, en la misma semana que un grupo de madres denunciara en AFIP al colegio por no entregar facturas.
Toco y me voy. Parece ser el objetivo del ideólogo del atraco, que salió a la perfección, aunque actuaron a cara descubierta y estarían filmados. Gajes del oficio. Al menos tres sujetos asaltaron hoy uno de los edificios del Instituto Dr. Nicolás Avellaneda de Ingeniero Maschwitz. Dos ingresaron (intercalados) mientras que un tercero esperaba en el auto arriba de la Panamericana, sentido a Campana. El mejor lugar para aguardar y escapar, dado el importante tráfico de la zona.
15.00. Dos padres se encontraban en la administración para pagar la cuota mensual de sus hijos más la matrícula 2018. Un sujeto, que ingresó aduciendo que abonaría, esperó que se fueran otros clientes y actuó. “¿Pasás vos?”, le dijo un vecino del barrio Lambaré. “No, estoy viendo los cuadros”, respondió el, a la postre, caco.
El individuo avisó a un tercero y juntos, armados, se hicieron de una importante suma de dinero, tanto de la escuela (la Primaria, ubicada en la Colectora Este, entre Chacabuco e Ituzaingó) como de las personas presentes. Luego del suceso, algunos padres decidieron sacar a sus hijos de la escuela, mientras que otros decidieron hacer la fila para pagar, como si nada hubiera pasado, como en el libro 1984 de George Orwell. Calladitos.
“No solamente empezaron a los gritos de muy mala manera con frases tales como ´acá no pasó nada… ya está´, `Tranquilícense que no pasó nada´, sino que se manejaron con una falta total de empatía por lo recién vivido por los padres. No fueron capaces ni de ofrecer un vaso de agua a todos los presentes. Lo más indignante fue que ordenaron a la empleada, que estaba cobrando antes, que siguiera atendiendo a los padres que estaban en ese momento y a los que estaban llegando. Esta chica, de no más de 25 años, empezó a cobrarles a todos los que se fueron acercando a pagar, con los ojos llenos de lágrimas y temblando de miedo”, relató una de las víctimas.
Es que en tiempos de redes sociales, la noticia corrió como reguero de pólvora, inicialmente por los grupos de Whatsapp de padres, para luego seguir por Facebook, haciendo más popular el asunto.
También a través del mensajero del celular se gestaron reuniones días antes para discutir un nuevo aumento en la cuota y en la matrícula del colegio. Pero la agenda de quejas era más amplia y luego la cosa pasó a mayores: “Denunciamos al colegio en AFIP, ya que no nos dan factura cuando pagamos cada mes”, comentó una de las mentoras de esta propuesta, que avanzó esta semana.
También solicitaron realizar el pago mediante depósito en cuenta bancaria, o con tarjeta de débito. “Yo no voy a venir con $15.000 en la mano”, le adelantó a la Administración horas ates del robo. Siempre es mejor prevenir que curar. Siempre.