Huelga de hambre de mujeres en Gestamp
Hasta una madre de Plaza de Mayo llegó a Escobar para dar su apoyo a empleados despedidos de la firma autopartista. También acudió un Diputado Nacional. Entidades de izquierda repudian la situación.
Victoria Moyano, hija de detenidos-desaparecidos, y Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora) expresaron en la puerta de la empresa Gestamp que “ante el trato inhumano y las amenazas de desalojo que están recibiendo los trabajadores despedidos que se encuentran dentro de la planta de Gestamp exigiendo su reincorporación, así como la negativa por parte de la empresa y el Ministerio de Trabajo a establecer una solución para el conflicto, acompañaremos a las Mujeres por los Derechos Humanos (adheridas al CeProDH) que iniciarán una huelga de hambre”.
Agregaron que “es una mentira de la empresa que los despidos hayan sido ‘justificados’ ya que muchos de los trabajadores despedidos ni siquiera estaban en la planta cuando la empresa dice que hubo supuestos actos de indisciplina. Reclamamos al Ministerio de Trabajo de la Nación, que hasta el momento no ha tomado medidas concretas para defender la fuente de trabajo, que intervenga en el conflicto para frenar los despidos masivos”.
Desde el Partido Obrero de Escobar, mencionaron: “Hacemos responsable al fiscal Facundo Flores de la departamental Zárate-Campana y al gobierno nacional de la integridad física de los compañeros despedidos que ingresaron a la planta y de los compañeros que mantienen los piquetes alrededor de la fabrica ante el imponente operativo policial. Abajo la militarización de la planta. Reincorporación ya”.
Trabajadores de la autopartista Gestamp permanecen apostados desde el martes dentro de la planta escobarense. Protestan por suspensiones y despidos de casi setenta obreros.
Roberto Amador, representante de los operarios cesanteadores, reclamó a la empresa “mejores condiciones laborales”, ya que “son muy exigidas y hasta riesgosas para la integridad física de los empleados”. También denunció una negativa del gremio Smata para intervenir en el conflicto. Y aseguró que la empresa “tuvo grandes ganancias en los últimos años pero echa a sus trabajadores como perros a la calle”.