La acusación a Pachelo y los vigiladores: Belsunce los encontró robando y la mataron de 6 tiros
Comenzó el debate contra el vecino y los vigiladores del country Carmel de Pilar, en la misma sala de los tribunales de San Isidro donde se hicieron los otros dos juicios, el primero al viudo Carrascosa y el segundo a los familiares y amigos acusados de encubrimiento, hoy todos ellos absueltos o sobreseídos.
Télam. Los fiscales que a partir de este miércoles llevan adelante la acusación en el tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce acusarán al vecino Nicolás Pachelo y a los vigiladores del country Carmel de Pilar de haber ejecutado a la víctima de seis balazos cuando ella los descubrió robando en el interior de su casa, de donde huyeron con un cofre metálico en el que había una llave de una caja de seguridad bancaria y chequeras.
El debate tiene lugar en la misma sala del entrepiso de los tribunales de San Isidro ubicados en la calle Ituzaingó 340, donde se hicieron los dos primeros juicios, el primero al viudo Carlos Carrascosa en 2007 y el segundo en 2011 a los familiares y amigos acusados de encubrimiento, hoy todos ellos absueltos o sobreseídos en distintos fallos judiciales.
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que la primera jornada de este debate que esta a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, presidido por el juez Federico Ecke e integrado por sus colegas Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, se limitará a que cada una de las partes exponga sus lineamientos y planteos iniciales y a la lectura de los requerimientos de elevación a juicio.
El canal de YouTube de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires transmite la jornada inicial, pero no cuando en las otras 30 audiencias previstas comience a exhibirse la prueba o declaren los 145 testigos citados.
El viudo Carrascosa (77), que por primera vez en la historia de la causa será particular damnificado en este expediente, luego de haber sido imputado, juzgado, condenado y absuelto de manera definitiva, el miércoles no asistirá al juicio, ya que tomó la decisión de incorporarse a las audiencias luego de que declare como testigo, algo que no va a ocurrir en las primeras jornadas, según las fuentes consultadas por Télam.
Carrascosa, y también su cuñada María Laura García Belsunce, están representados como damnificados por el abogado Gustavo Hechem, quien ahora es el dueño del chalet del country Carmel de Pilar donde asesinaron a la víctima hace 20 años.
En diálogo con la prensa al llegar a los tribunales de San Isidro, Hechem dijo espera que se haga justicia y que tienen “muchas expectativas”.
“Nosotros consideramos que hay una responsabilidad penal de Pachelo y estos vigiladores”, dijo al hacer referencia al exvecino y principal acusado y a los otros dos imputados, Norberto Glennon y José Ortiz.
Cuando le preguntaron de los tres, quién fue el autor del homicidio, Hechem respondió: “Para mí, Pachelo. Creo que hubo una contribución de los otros vigiladores. Pero no tengo ninguna duda, por su agresividad, por su entrada a las casas y por una serie de comportamientos previos y posteriores que son idénticos en todo este raid delictivo que viene haciendo desde el año 1996 y que espero que la justicia lo ponga en su lugar de una vez por todas”.
Consultado sobre las pruebas que hay contra Pachelo, el abogado dijo que “la principal” es que ese 27 de octubre de 2002 “entre las 18.20 y las 18.30 estaba a diez metros de la víctima, a diez metros del lugar del hecho, sin ningún tipo de justificación”.
Sobre la situación del viudo, quien es particular damnificado pero pasó siete años preso por el caso hasta que fue absuelto por la Corte Suprema de Justicia, Hechem dijo: “Hay una sentencia firme que determinó que Carrascosa ni mató ni encubrió”.
“Hay que informar todo. La resolución de Casación de 2016 estableció no solamente que Carrascosa no había sido autor del crimen sino también que no encubrió. Y además de eso, hubo un sobreseimiento de los demás imputados por encubrimiento”, remarcó Hechem al hacer referencia a los hermanos de la víctima, Horacio García Belsunce (h), John Hurtig y otros familiares y allegados que también quedaron desvinculados del caso.
“No hay sobreseimientos de primera y de segunda en el proceso penal. Cuando la justicia sobresee a una persona y la causa se prescribe es porque no tiene interés en la prosecución penal de esa persona”, agregó.
Por último, comentó que estima que este juicio dure “entre tres y cuatro meses” y que como cuestión preliminar se planteará hoy si antes de iniciar el debate por el crimen de García Belsunce, no es conveniente empezar el otro debate en el que Pachelo debe ser juzgado por una serie de robos y hurtos en countries que lo tienen preso desde 2018.
Los tres fiscales que llevan adelante la acusación son Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro; Andrés Quintana, que es uno de los de Pilar que hizo la reinvestigación del caso luego de la absolución de Carrascosa; y Federico González.
Además de Pachelo (45), los otros acusados son Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), exguardias de seguridad de Carmel, y todos enfrentarán una imputación como coautores de un «robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado» en perjuicio de María Marta García Belsunce, delitos que prevén la prisión perpetua.
La acusación
Cuando en septiembre de 2018, el fiscal Quintana y su colega María Inés Domínguez (ya fallecida), de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, elevaron a juicio el expediente, redactaron el hecho de la siguiente manera: “Se les atribuye el haberse apoderado en forma ilegítima -valiéndose para ello del empleo de un arma de fuego calibre 32 largo aún no individualizada, apta para producir disparos- de una caja metálica de color gris de pequeña dimensiones perteneciente a la ‘Asociación Amigos del Pilar’”.
En el requerimiento -al que accedió Télam-, los fiscales explicaron que dentro de ese cofre había “una llave de caja de seguridad nº 43 del Banco HSBC, Sucursal Pilar” y “tres chequeras a nombre de la ‘Asociación Amigos del Pilar’ de la cuenta 117000043/6 del banco HSBC”.
“Ello ocurrió el pasado 27 de octubre del año 2002, momentos antes de las 18.10 horas. A tal efecto, según la división de roles y el plan previamente acordado, los aquí imputados Nicolás Roberto Pachelo, José Ramón Alejandro Ortiz y Norberto Glennon, en coautoría funcional, ingresaron a la propiedad ubicada en la calle Santa Lucía sin número del barrio ‘Carmel Country Club’ (…), donde residían María Marta García Belsunce y Carlos Alberto Carrascosa, con la finalidad de apoderarse de dinero y objetos de valor”, señala la acusación.
Y continúa: “Así, mientras se encontraban desarrollando su plan delictivo en el interior de la vivienda, entre las 18.10 y las 18.30 horas, fueron sorprendidos por la llegada de María Marta García Belsunce, quien halló a los aquí imputados Pachelo, Glennon y Ortiz dentro de la propiedad, en la parte superior de la casa, circunstancia que modificó su plan inicial, quienes -con la finalidad de dar muerte a la misma y así consumar el apoderamiento ilegítimo, asegurar su resultado y procurar su impunidad- se trenzaron en lucha con aquella, con el objeto de reducirla, propinándole golpes de puño en el rostro y en el cuerpo”.
Los fiscales describen luego las siete lesiones por golpes que padeció María Marta García Belsunce en distintas partes de su cuerpo, para luego relatar el momento del homicidio.
“En función de la resistencia opuesta por la víctima y, con la señalada finalidad de dar muerte a la misma y así consumar el apoderamiento ilegítimo, asegurar su resultado y procurar la impunidad de los aquí imputados, uno de ellos efectuó -con el arma de fuego calibre 32 largo que uno de ellos traía consigo- seis disparos sobre María Marta García Belsunce”, dice la imputación.
Los acusadores del Ministerio Público detallaron que uno de esos balazos -luego descripto como el famoso “pituto” que fue arrojado por el inodoro-, provocó una “lesión superficial” y un “rebote” en el sector de la “bóveda craneana”, pero que los otros cinco disparos fueron hechos “a corta distancia”, penetraron en el cráneo por sobre la región auricular izquierda y le ocasionaron la muerte a la víctima, tras lo cual escaparon.