La Bibliocabina de Maschwitz busca padrinos
La librería pública creada en la esquina de Maipú y La Plata busca la colaboración de los vecinos para continuar con el proyecto. Alrededor de 200 ejemplares continúan siendo parte de esta movida inédita que ya se está usando en otros sitios.
Arrancó como una idea extraña pero rápidamente tomó el gusto de vecinos, tanto de Ingeniero Maschwitz como de otras localidades. Hace dos años y medio se inauguró en la plaza Emilio Mitre, frente al centro de salud, la llamada “Bibliocabina”, donde libremente se puede donar y pedir prestado un libro, donde años atrás funcionara una cabina telefónica.
Traída de Inglaterra, la cabina fue arreglada varias veces ante las roturas de vándalos. Hasta que un día dejó de funcionar para siempre. Tras años, un grupo de vecinos decidió armar una biblioteca. Otros ciudadanos se fueron sumando añadiendo ejemplares y tras el éxito inicial, ahora se busca mayor colaboración para que el proyecto no decaiga.
“No controlamos quién dona o quién se lleva. La idea es que sea libre y cuidada por los vecinos del pueblo. Estimo que entran unos 200 en sus estantes”, explicó uno de los coordinadores.
“Continuamente llevamos libros. Cuesta que los devuelvan, por eso siempre hacemos hincapié en que participen y los cuiden. Para que todos puedan leer gratis”, mencionaron.
“Lo de los padrinos es más que nada pedir colaboración para que todos participen ya que es imposible para una persona ir seguido. El trabajo y la familia me impiden a mí estar ahí, en cambio si somos varios y cada tanto alguno pasa y colabora es más fácil para todos”, amplió Jorge, uno de los mentores de esta propuesta cultural.
“Cabe destacar que una chica vecina de Loma Hermosa (Dai) enseguida se ofreció para participar. Eso buscamos. Que se entienda que no tiene dueño que es de todos y por eso hay que cuidarla”, dijo por su parte Nahuel, otro de los jóvenes involucrados en el proceso.
Más de 5.000 personas siguen a la Bibliocabina en Facebook. La idea prendió en otras ciudades que tomaron esta idea y la repitieron. Medios de comunicación nacionales difundieron la noticia. Pese a que algunos le auguraban poca vida justificando posibles ataques, la “biblio” sigue en pie, colaborando y siendo ayudada para convertirse un nuevo ícono en la ciudad de las artes.