Es uno de los postres más pedidos por los argentinos, a tal punto que según los datos de algunos años atrás, el consumo de este producto alcanzaba los impresionantes 6,9 kilos anuales per cápita, de acuerdo a las estadísticas publicadas por la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA). Se trata de un impresionante testimonio del amor por esta preparación de crema helada que puede tener tantos sabores como la mente pueda imaginar.

Esta impresionante versatilidad hace que cada heladería se convierta en un universo de sabores que muchos buscan como si fuese una de esas “mecas” a la que ir casi como fieles religiosos, en busca de lo que sería una nueva sensación, un nuevo helado que nos deslumbre casi como cuándo éramos niños.

Es que, si tiene una característica por encima de todas, es que el helado es una parte del pasado de muchas personas, tanto en esos tremendos veranos de muchísimo calor en los que lo usábamos para refrescarnos junto a nuestros padres, o bien en esas noches de invierno que nos querían dar un gusto y sacaban del freezer el famoso pote redondo blanco. Indistintamente de las ocasiones, pocos podían resistir esa enorme tentación que surge de probar una crema helada bien preparada.

Helado artesanal

Una de las claves del crecimiento del consumo hasta alcanzar estos puntos, es que las cremas se están convirtiendo en un desarrollo de lo que se podría considerar un “ingeniero del placer”, ya que tomando un producto que suele ser común para muchos y de sabor algo insulso, puede convertirlo en una verdadera obra de arte que, además, en la actualidad puede masificarse para alcanzar casi todos los rincones del mundo.

Estas ventajas, principalmente brindadas por los nuevos métodos de mantenimiento de las cremas a la hora de transportarlas y almacenarlas, hacen de este un producto disponible en gran parte del país, y ahora también brindando la posibilidad de pedir delivery de Vittore en la ciudad de Escobar, desde su local ubicado en Colectora Este Ramal Escobar al 245 de nuestra localidad.

Se trata de una ventaja muy interesante que entra dentro de una nueva era en la que permite que podamos pedir desde helados de la mejor calidad italiana, hasta algún producto que necesitemos del kiosco sin realizar demasiado esfuerzo. Hablamos claro de lo conveniente, una oleada que está pisando fuerte en el mundo, que lleva a que las personas busquen aquellos servicios que brinden “algo más” en términos de comodidad. Es que no hay sensaciones más lindas que estar mirando la serie y aprovechar alguna pausa para pedir helado y luego sorprender a la familia o a esa persona especial con un kilo.

Eventualmente todo se podrá pedir a través de delivery, incluso podremos ver aterrizar un drone en nuestro balcón como está pasando en muchos lugares del mundo, así como ver llegar un auto que se conduce automáticamente a la puerta de nuestro domicilio para entregarnos aquello que estábamos esperando.

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