La primitiva Iglesia de Belén
Ese primer templo escobarense, que fue inicialmente puesto bajo la advocación de “Nuestra señora de Belén”, fue bendecido solemnemente el 25 de diciembre de 1887, por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico León Aneiros. Por Alfredo Melidore (*).
La iglesia “Natividad del Señor” de Belén de Escobar, tiene a lo largo de sus 128 años de vida, una gama de matices históricos más que interesantes, desde sus inicios, el día de Navidad de 1887, y más aún, antes de su creación, ya que la manifiesta devoción cristiana que doña Eugenia Tapia de Cruz profesaba hacía el “Niño Jesús”, se había extendido a muchos vecinos de la zona, que acompañaban a la benemérita matrona, en el rezo del Santo Rosario, y en otros actos piadosos que eran habituales en ella.
Luego del remate inicial del pueblo de “Belén”, llevado a cabo por exclusiva iniciativa de doña Eugenia, a partir del domingo 4 de marzo de 1877, y con el asentamiento paulatino de las primeras familias, se fue haciendo evidente la necesidad de contar en el paraje con un templo.
Téngase en cuenta que por entonces los nuevos vecinos, como así los antiguos pobladores de la campaña circundante, para cumplir con los deberes religiosos tenían obligatoriamente que trasladarse hasta el pueblo de Pilar, cabecera del partido del mismo nombre, al cual pertenecía “Belén”, situado a algo más de tres leguas de la estación Escobar.
Los eventuales viajes hasta la parroquia de Pilar, se hacían muy complicados en épocas de lluvias abundantes, cuando ese único camino existente, la hoy Ruta Provincial Nº 25, se convertía en un verdadero lodazal, con el agravante de diversos pantanos que se diseminaban en el trayecto aludido.
Por todo lo expuesto, fue que germinó en algunos habitantes del lugar, la idea de realizar una reunión para intercambiar inquietudes, respecto a la posibilidad de lograr la autorización eclesiástica, para la creación de una capilla, la que se erigiría en terrenos que, con anterioridad, había donado para tal fin doña Eugenia Tapia de Cruz, quien a la vez, pagó de su peculio la primera capilla de madera y su colocación, con “… frente sobre la calle Real…” y aledaña a la plaza del pueblo.
Ese primer templo escobarense (ver foto), que fue inicialmente puesto bajo la advocación de “Nuestra señora de Belén”, fue bendecido solemnemente el 25 de diciembre de 1887, por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico León Aneiros, quien según antiguas crónicas: “….Ese inolvidable día de Navidad, luego de la inauguración, se dirigió a la casa de la piadosa donante, para agradecer su generosidad en pro de los intereses religiosos del poblado y para felicitarla por haber elegido por patrono del pueblo, al “Divino Niño de Belén…”
*Alfredo Melidore
historiandoescobar@hotmail.com