Luis Patti despidió a Gianfrancesco a través de una carta
Desde la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra detenido, el exintendente de Escobar Luis Abelardo Patti despidió a su amigo Luis Gianfrancesco, fallecido el 26 de mayo pasado.
El dos veces intendente y titular de la comisaría segunda de Escobar, recordó que Gianfrancesco «trabajó cerca mío más de 14 años. Primero cuando los vecinos de Ingeniero Maschwitz llevaron adelante una pueblada por la ola de robos y asaltos, esa manifestación motivó la entrevista de la comisión de vecinos con el jefe de policía Sr. Comisario General Andres. El resultado fue el reelevo inmediato del Comisario y mi traslado a esa dependencia para terminar con el delito».
En su relato, donde Patti aprovechó para hacer un resumen también de parte de su vida laboral, detalló que «en ese entonces, me recibieron la comisión de vecinos, maravillosas personas, hombres de bien, de todos los estratos sociales. Ellos me brindaron los gastos indispensables para hacer funcionar la dependencia que en ese momento contemplaba 25 hombres y 1 patrullero. De ahí en más, todos juntos, agentes y pocos oficiales y la gran ayuda de los vecinos, radicamos totalmente el delito, la droga y el alcohol que tanto les preocupaba a los gente».
«Uno de esos líderes naturales y sin buscar beneficio alguno fue Luis Gianfrancesco con otros vecinos que tanto respeto. Solucionado el problema en Maschwitz, me enviaron a Pilar por problemas similares por pedido de Ana Cafiero, esposa del Gobernador de la Provincia de aquel entonces, al que aprecié profundamente. Fue público mi paso por Pilar y también con ayuda de la población se eliminó la delincuencia que azotaba duramente el distrito», añadió en una carta a la que accedió Semanario Regional.
«Pasó el tiempo, pasé a otros lugares y otros trabajos, hasta que en 1990 el Mercado Central de Bs. As. comenzó a ser titular de todos los diarios nacionales e internacionales. Los motivos eran los famosos «batatas» y la corrupción existente que de no corregirse haría perder las elecciones legislativas venideras al PJ. «En ese momento estaba alejado de la policía y trabajaba con mucho entusiasmo en un emprendimiento llevado adelante por los nuevos dueños del diario La Prensa. Me tocaba escribir la página 8 una columna con total libertad. Luis Gianfrancesco, su familia, los vecinos de Maschwitz y de Pilar siempre estaban presentes», recordó.
«Retomando los titulares de los diarios sobre el Mercado Central, los seguía con atención y el rol circunstancial de periodista. Fue un día de ese año que sonó el teléfono de mi oficina y un secretario del entonces Presidente Menem me informaba que el Presidente y el Gobernador de la Provincia Eduardo Duhalde querían verme en forma urgente en las oficinas del Banco Provincia de Bs. As. en Capital Federal. Allí fui y ambos me recibieron poniéndome al tanto de los graves acontecimientos que sucedían en el Mercado los cuales perjudicaban la imagen del gobierno. La tarea parecía difícil, les planteé que debía comunicar dicho ofrecimiento a los dueños del diario donde trabajaba por una cuestión de respeto. Luego de comunicarme con el Diario y darme mis jefes su conformidad, regresé junto Menem y Duhalde y les pregunté dos cosas: 1, cuando tenía que hacerme cargo y la 2da si me daban la libertad y autoridad para trabajar. La contestación fue mañana a primera hora ni bien se publique la intervención y su designación en el Boletín oficial y respecto a la segunda pregunta, ningún ministro nacional o provincial o diputado podía tener ninguna injerencia en mi intervención».
«Conforme, saludé y siempre con mi viejo y querido chofer Cabrera emprendimos el viaje de regreso. Busqué seis colaboradores, la mayoría de Escobar y Maschwitz. Honestas personas entre ellos un almacenero con vocación de servicio, Luis Gianfrancesco. Recuerdo que el primer día se incomodó ante la presencia de tantos medios periodísticos. Lo designé jefe de mantenimiento y control de cooperativas, un rol fundamental para el que tuvo el apoyo de personal antiguo del mercado (casi todos radicales y otros buenos peronistas también de carrera que querían reflotar tan importante empresa)», contó Patti.
El excomisario definió el paso del comerciante maschwitzense de manera más que positiva: «Gianfrancesco en su tarea de secretario fue brillante, junto a su secretario Benjamín Reynal su gran apoyo. Se caracterizó por su honradez, perseverancia y una dedicación al trabajo que asombraba a productores, puesteros y trabajadores de cooperativas, un ejemplo. El resultado después de 3 años lo reflejaron todos los medios nacionales y los organismos de control».
Ya a mediados de los noventa, el trabajo volvió a unirlos pero en el Partido de Escobar. «Terminada esa labor me eligieron intendente de mi querido Escobar, donde tanto conocía y debía a la gente. Me rodeé y ayudaron muchos funcionarios nuevos y viejos, peronistas, radicales, socialistas e independientes y la gente. Entre los funcionarios una persona tozuda pero sacrificada, honesta y muy inteligente, un ingeniero sin título».
«No hace falta mencionar el éxito de Luis Gianfrancesco lo que fue para el partido de Escobar en la construcción de obras», comentó.
«Luis murió, a su familia mi pésame y que se sientan orgullosos de haber tenido un marido y padre cabrón pero que los quería. Estén orgullosos de su honestidad y conducta de bien. Estuvo largo tiempo enfermo, no pude estar con él pero siempre estuve allí. Mi pésame y el de mi familia para su familia y también a los ciudadanos de Escobar, sepan, los representó como el mejor. Por favor, pongan una flor en su tumba de mi parte», finalizó.