Punta Querandí reabrió las puertas del Museo Autónomo de Gestión Indígena
Casi un centenar de personas acompañó a la comunidad en la reapertura de uno de los espacios más importantes de su territorio ubicado en Dique Luján, Tigre. También se vendieron artesanías de la Unión de Pueblos Originarios y se realizó una ronda de intercambio con mucha participación.
El acto de relanzamiento del Museo Autónomo de Gestión Indígena significó para mucha gente la oportunidad de festejar los numerosos logros de los últimos dos años, que ahora fueron incorporados en la narrativa del espacio educativo de Punta Querandí.
Después de compartir un almuerzo muy saludable y una bienvenida de los integrantes de la comunidad, las puertas del Museo volvieron a abrirse luego de varios meses.
Un poco de nostalgia y mucha expectativa trajo este acontecimiento, con un contexto tan diferente a su inauguración en mayo de 2017. Ese año, la comunidad sufría dos juicios de desalojo e incluso una amenaza de atentado incendiario.
Aprovechando el parate por la pandemia donde el Museo dejó de ser visitado, se le realizaron varias mejoras en distintas jornadas de trabajo colectivo: se pintaron las paredes internas, se ampliaron los aleros, se prepararon cuadros para las fotos de los diversos momentos históricos y se renovó la biblioteca.
A través de distintos materiales, el espacio invita un recorrido por más de diez años de lucha remarcando varias victorias como la firma del Convenio de Propiedad Comunitaria con el intendente Julio Zamora; la recuperación de los cuerpos de los ancestros y sus reentierros; y la gestación de la Unión de Pueblos Originarios con resultados importantes como la entrega de un local en el Puerto de Frutos de Tigre y la creación de un programa municipal de Lenguas Indígenas.
El lugar central lo siguen teniendo los tiestos de cerámica elaborados hace mil años por los ancestros de Punta Querandí, cuyo hallazgo en el territorio fue el disparador de un proceso de disputa con la empresa EIDICO.
Otro triunfo reflejado es la Ordenanza 3709 de 2019 que declaró como Área de Preservación Ambiental la localidad de Dique Luján y una parte lindera de Benavidez. Un fruto de las sucesivas protestas de organizaciones vecinales, indígenas, ambientales y políticas. Al menos en teoría, esta nueva normativa es un freno al modelo de extractivismo urbano vigente desde los ’90, responsable de arrasar miles de hectáreas de humedales continentales y enterratorios ancestrales para construir barrios privados náuticos para sectores de altos recursos.
Luego de recorrer el Museo, comenzó un rico e intenso intercambio en una ronda donde se expresaron distintos actores sociales vinculados a distintas etapas del proceso de defensa territorial.
Entre los presentes, la profesora de historia Mayra Juárez, integrante del medio comunitario indígena TeleSISA, junto a Darío Juárez, Lucía Surban, Marta Salvatierra y Emilio Galarza, tomaron la palabra representando a quienes tuvieron una importante participación muchos años atrás.
Al respecto, Mayra subrayó que el Museo Autónomo de Gestión Indígena “muestra el entrelazamiento de memorias fragmentadas que cual piezas de rompecabezas hay que reconstruir para pensar una narrativa sobre nuestro pasado y nuestro presente como Pueblos Originarios, sobre nuestra identidad, nuestra cultura y nuestras luchas”.
“Tenemos la memoria ancestral reflejada en estos fragmentos de vasijas que dan cuenta de esa preexistencia de los Pueblos Indígenas en la provincia de Buenos Aires y por otro lado las memorias recientes de estos últimos 10 años”, describió Mayra, quien destacó la variada materialidad del Museo: vasijas, imágenes, objetos, libros: “Es una propuesta extremadamente valiosa”.