Recordando el día de los fieles difuntos en Escobar…
Los cultos para honrar a los Fieles Difuntos fueron desde muy antiguo, algo muy caro a los sentimientos de la feligresía de la Parroquia de Belén, la que participaba masivamente en las celebraciones que se desarrollaban en el cementerio local, el día 2 de noviembre de cada año.
Una prueba de ello, es la nota de la conmemoración que se publicó en un periódico local en 1925 (hace 90 años), que así decía:
“… Culto Católico – – Parroquia de Belén – – El pasado 24 de octubre a las 20 hs. principió la solemne novena de ánimas y sigue todos los días a la misma hora…( ) ….Día de Difuntos : (2 de noviembre): Misas a las 7 hs. a las 8 hs. y a las 9 hs. Esta última es cantada y se aplica en sufragio de los finados de la parroquia.
A las 13 hs. en el cementerio local, se rezarán los responsos de rúbrica, después de los cuales, se rezarán para los particulares que lo deseen… ”
Pero además de lo expuesto, tenía lugar en la necrópolis del pueblo, la tradicional Misa que todos los años celebraba, ante numerosa concurrencia, en el altar de la bóveda familiar, monseñor Claudio Eduardo Burdet (ver su fotografía, que fue tomada antes de 1920), quien por entonces ocupaba un alto cargo eclesiástico en el obispado de la provincia de Buenos Aires.
La breve referencia periodística, aparecida en la ocasión mencionada, expresaba lo siguiente:
“…Misa en el Cementerio — El día 2 de noviembre, el Vicario General de la provincia de Buenos Aires, monseñor Claudio Burdet, oficiará en la necrópolis de Escobar, a las 7,30 horas, una misa, a la que quedan invitados todos los que deseen concurrir a tan piadoso acto. La ceremonia tendrá lugar en la bóveda de la familia del oficiante…”
¿…Quien fue Monseñor Claudio Eduardo Burdet…?
Claudio Eduardo Burdet es una de las tantas destacadas personalidades injustamente olvidadas, dentro de la rica historia de nuestro terruño. Con una extensa trayectoria en la Iglesia Católica de nuestro país, desde su ordenación sacerdotal en 1901, ocupó importantes cargos en el Obispado de La Plata y en la Arquidiócesis de Buenos Aires. Fue uno de los grandes benefactores de la Iglesia de Escobar.
Fue el primer hijo del matrimonio que conformaban el inmigrante francés Claudio Burdet y la criolla Filomena Carrión, quienes llegaron desde Campana y se asentaron en una gran fracción de tierra, adquirida a doña Eugenia Tapia de Cruz, a mediados de 1878 (al año siguiente del loteo inicial que dio comienzo al pueblo de Belén).
El matrimonio Burdet-Carrión procreó cuatro hijos varones, los tres últimos nacidos en Belén (ya que Claudio Eduardo, había nacido el 5 de enero en 1878 en Campana) y falleció a los 88 años, en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 22 de agosto de 1966.
Sus restos se velaron en la Iglesia Parroquial de Escobar y luego de una solemne “Misa de Cuerpo Presente”, oficiada por el presbítero Luis Angel Fabris (párroco del templo parroquial “Natividad del Señor”), fueron trasladados, al día siguiente, para su descanso eterno a la bóveda familiar, en el Cementerio de Escobar.
Las tierras de la familia Burdet, donde explotaron durante décadas, varias hectáreas de montes de frutales, hoy conforman el barrio que inicialmente se denominó “Villa Burdet”, el mismo tenía (y tiene actualmente) los siguientes límites: la calle Italia, las Vías del Ferrocarril, la calle Florentino Ameghino y la calle Del Carmen.
(*) Alfredo Melidore, historiador
historiandoescobar@hotmail.com