Sujarchuk supervisó las actividades terapéuticas que realizan los 90 pacientes del Centro de Salud Mental y Adicciones de Escobar
Fue inaugurado en marzo, con la presencia de la ministra de salud provincial e intendentes de distintas fuerzas políticas. Ya pasaron más de 2300 consultas.
En Belén de Escobar, el intendente Ariel Sujarchuk supervisó las actividades terapéuticas que realizan los 90 pacientes que se tratan a diario en el Centro de Salud Mental y Adicciones “Papa Francisco”, que ya atendió unas 2300 consultas desde su apertura en marzo pasado.
“Estamos trabajando en conjunto con los profesionales para continuar profundizando una modalidad integral que cumple una función que nos gratifica como comunidad. Este centro está brindando un servicio muy importante y a poco tiempo de haberse inaugurado, ya atiende el doble de pacientes que atendía en su sede anterior. Ahora tiene muchísimas más prestaciones y junto con Alejandro Rodríguez, su director, estamos planificando los próximos pasos para que comencemos con el proceso de habilitar la internación para aquellos casos que lo requieran. La sociedad tiene que saber que el diseño de esto es amplio, ambicioso y está proyectado para que avance y logre la plenitud”, manifestó Sujarchuk, quien estuvo acompañado por los subsecretarios de Salud, José Luis Pérez y Ernesto Girola y otras autoridades sanitarias del distrito.
El Centro de Salud Mental y Adicciones tiene como principal objetivo la reinserción social de jóvenes y adultos con enfermedades psíquicas a través de actividades terapéuticas, tanto de grupo como individual.
“Quiero decirle a todo el partido de Escobar que tenemos que estar orgullosos de este centro, por el contenido que ofrece su cuerpo profesional, las impecables instalaciones y lo que representa para la comunidad que participa. Se trata de un cambio sustancial en la calidad de vida de los asistentes, de las actitudes que tienen dentro y fuera de la comunidad y la posterior reinserción que logran gracias al tratamiento”, explicó el jefe comunal.
En el centro se dictan talleres educativos, como el de cocina, con una extensión de dos meses y que extiende el título de auxiliar de cocina a modo de alternativa de salida laboral a los pacientes, quienes también pueden tomar cursos recreativos de canto, teatro, guitarra, folklore, deportes, origami, dibujo y comics.
“Tener un lugar gratuito que recibe y contiene a todas las personas con problemas psíquicos y de adicciones es un logro importante porque trata a cada paciente con la debida atención, sin mirar desde afuera ni haciendo campaña en las redes sociales, sino que trabajando para dar resultados concretos. Ofrece la oportunidad de volver a disfrutar de la vida, la familia, los hijos, recuperar la actividad laboral, social, amorosa y de relaciones comunitarias”, concluyó Sujarchuk.