“La incapacidad de la dirección del hospital al momento de resolver problemas o promover políticas de trabajo digno afecta fuertemente el compromiso y la calidad de atención”, mencionaron desde el gremio de salud, en una carta a la gobernadora.

A través de una carta dirigida a la gobernadora Vidal y la ministra de salud provincial, Ortiz, desde la Asociación de Profesionales del Hospital Erill, Seccional CICOP, enumeró una serie de quejas respecto al estado del nosocomio. “La salud en Escobar no puede esperar”, titular.

“Ciudadanos que buscan atención a sus problemas de salud y trabajadores que pretenden un trabajo digno encuentran en el Erill un escenario donde el proceso de atención salud-enfermedad transcurre del malestar al sufrimiento. El hospital Erill es una organización que no da cuenta de la misión que la sociedad espera de él, un hospital donde la salud no puede garantizarse como un derecho social”, expusieron.

“La falta de presupuesto ha dejado al Hospital Erill al borde del colapso. Hace años no se cumple con el mantenimiento mínimo de los servicios. La desfinanciación que sufre el Erill es gravísima y repercute en un deterioro edilicio tal que pone en riesgo el trabajo diario por electrocución, incendio de tableros, filtraciones de agua que provocan desmoronamiento de techos, caños que chorrean aguas servidas sobre las salas de internación, salas de internación sin agua caliente, áreas sin luz, baños anegados es el panorama diario de trabajo en el Erill”, expresaron.

En la misiva a la flamante gobernadora de la Provincia, dijeron que “trabajamos hacinados y como podemos y muchas veces no podemos brindar condiciones dignas de atención. Las deudas salariales y las malas condiciones de trabajo hacen imposible mantener el funcionamiento de los planteles mínimos del hospital”.

“La deuda salarial con los profesionales y no profesionales a la fecha asciende a $320.000, se remonta al mes de julio y afecta prácticamente todos los servicios. La falta de pago y las deudas provocan guardias descubiertas de especialistas o cancelación de prácticas (Salud mental no tiene ni un psiquiatra en el hospital, ya no se pueden realizar estudios histopatológicos de enfermedades oncológicas)”.

También, en la dura carta, afirmaron: “La incapacidad de la dirección del hospital al momento de resolver problemas o promover políticas de trabajo digno afecta fuertemente el compromiso y la calidad de atención. El Servicio más importante del Hospital, el de Emergencias no tiene jefe (en 6 años renunciaron 6 jefes de emergencias) En la Guardia persisten las internaciones en sillas y camillas, hay un shock room sin baño ni lavachatas, esto se traduce en guardias incompletas y más renuncias de profesionales. La sensación de sálvese quien pueda es la reinante y se traduce en relaciones violentas, sufrimiento en el trabajo, carpetas médicas, renuncias de profesionales y no profesionales a su cargo”.

“La falta de personal es un emergente de la gestión del hospital y la falta de presupuesto, todas las áreas y servicios están afectados por la falta de personal, a modo de ejemplo: En la guardia para un plantel mínimo de 147 profesionales hay 51 puestos vacantes o cubiertos de manera irregular, esto significa que solo se cubre el 65% del plantel mínimo de emergencias. Hay especialidades críticas como clínica médica en donde faltan 22 clínicos (solo está cubierto el 31% de los clínicos necesarios), con extremos como los días sábado o domingo en el que no hay ni un solo médico clínico nombrado. También faltan cirujanos, clínicos, traumatólogos, pediatras, neonatólogos e intensivistas. La situación en enfermería es dramática, para unas 164 camas totales hay un déficit de 100 enfermeros. Faltan camilleros, hay solo dos por la mañana, no hay camilleros a la tarde, los fines de semana ni a la noche. (Hay que tener en cuenta a los pacientes que pierden sus turnos para estudios por falta de camilleros). Faltan técnicos en esterilización, histotecnólogos, en rayos hay 5 técnicos de guardia en negro”.

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