Whatsapp equivocado: el antecedente en la política escobarense
Hace dos años, la edil libertaria-oficialista Griselda Aristi envió un mensaje de voz a un vecino de Loma Verde en vez de a un funcionario. En el audio, la legisladora que entró al HCD por la lista de Espert se burlaba de los vecinos que protestaban por un proyecto habitacional.
El caso de Albina Flores con un Whatsapp equivocado tiene un antecedente. En marzo de 2023, la concejal Griselda Aristi fue protagonista de un papelón político con vecinos de Loma Verde. Los cuestionó en un audio, pero en vez de ir hacia un funcionario fue para un grupo de vecinos que oyeron sin creer lo que pasaba.
Lo que podría ser solo un error involuntario fue mucho más que eso. Es que en Loma Verde se organizaban en aquel entonces para que no se lleve adelante una tala en el marco de un plan de viviendas del Estado. De hecho, actualmente el proyecto quedó trunco. La legisladora, oriunda de esa localidad, formaba parte de ese grupo de Whatsapp. Incluso, participó en varias de las reuniones. Por eso, las críticas fueron como un puñal para los vecinos que no dudaron en tildarla de traidora.
“La idea de Butori está prendiendo, dice que van a tener los medios nacionales… Me causa un ataque de risa, si acá cuando hacen algo son 20, imaginate lo que puede ser en el Banco Hipotecario”, expresa la edil a un tercero, supuestamente, aunque el audio fue enviado al grupo donde los vecinos oyeron sorprendidos.
En el audio hace referencia a Juan Butori, vecino de Loma Verde y dirigente de la Coalición Cívica, uno de los mentores de la movida que cuestiona el proyecto en cuestión. En febrero, el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, en el marco del programa Procrear II, comenzó las obras del plan para crear 180 viviendas en la localidad de Loma Verde, en un predio perteneciente a Vialidad Nacional, ubicado en Colectora Oeste entre Old Man y Leguizamo.
Al darse cuenta de lo que ocurrió, la legisladora borró el mensaje… Pero ya era tarde. Fue eyectada el grupo con críticas al por mayor. “Debía ayudarnos y estaba en el grupo como un topo”, decían a gritos los lomaverdenses.