Macri gobierna con despidos, ajuste y mordaza
Todas las decisiones que ha tomado hasta hoy el gobierno de Macri favorecen a una minoría rica y poderosa y perjudican a la mayoría de los humildes, los trabajadores y la clase media. Por Cristina Álvarez Rodríguez (*).
Sus actos de gobierno son el regreso del ajuste neoliberal pero con un doble discurso. Mientras adjudica a otros un vaciamiento del Estado recorta programas y derechos.
Macri pone al frente de áreas sensibles a gerentes de empresas. Especialmente transnacionales.
Parece querer fundar un Empresariato.
El Estado de Macri no es ni quiere ser garante del bien común. El pueblo se siente desamparado.
Macri le da la espalda a la inclusión social. Sin una crisis, igual decidió una megadevaluación.
Esto, por ejemplo, hizo que el salario mínimo vital y móvil medido en dólares pasara de U$S 625 a U$S 427 y que la deuda de las provincias (mucha de ella en moneda extranjera) aumentara 40 mil millones.
Liberó el precio del dólar para beneficiar a un pequeño grupo de exportadores y bancos.
Esto generó más inflación y el sueldo rinde menos. Ya se siente en las vacaciones.
Estas medidas económicas van a empeorar la distribución del ingreso, el empleo y la reindustrialización necesarias para el desarrollo.
Macri cerró la medición del Índice de Precios que hacía el INDEC. Así que lo que se criticaba porque no conformaba directamente dejó de existir.
Así, Macri produjo un apagón estadístico para que vayamos a la discusión salarial en completo desconocimiento del costo de vida y paritarias con techo.
Macri le da la espalda a la industria nacional y al trabajo argentino, porque la apertura indiscriminada de importaciones y la quita de subsidios a la luz y el gas destruya a las PYMES argentinas y nos lleva otra vez al “todo por dos pesos”.
Macri le da la espalda al consumo popular, porque eliminó retenciones y transfirió miles de millones a grupos concentrados de la economía.
La consecuencia es que los precios, que venían aumentando especulativamente desde el balotaje, siguieron y seguirán aumentando.
Pasó con los precios de los alimentos, que están más caros y nunca volvieron a lo que estaban. Es gravísimo porque son el principal gasto en la economía del hogar.
El mercado por sí mismo no se regula y, por ejemplo, vemos que mientras baja el precio de los autos de alta gama aumenta el de modelos populares.
El Ministro Prat Gay, que despreció a la gente del interior y que ahora habló de trabajadores como grasa estatal, dijo que no era bueno para los argentinos pelearnos con los fondos buitre. No aclaró que pagarles en las condiciones que ellos pretenden es mucho peor.
Todo este conjunto de políticas en beneficio de una minoría lo hizo con las peores formas y profundizando la división social.
Porque lo hizo sin dialogar con nadie.
Lo hizo despidiendo trabajadores y sin sentarse con sus representantes gremiales en ninguna mesa.
Lo hizo reprimiendo protestas pacíficas de personas víctimas de sus políticas de ajuste.
Lo hizo censurando a periodistas y medios que no se resignaban a la obsecuencia.
Ya no podemos escuchar a Víctor Hugo, ni a Dady Brieva ni a Cinthia García. No podemos ver Duro de Domar o TVR. Sin embargo, todos los programas y periodistas que fueron súper críticos antes del 10 de diciembre continúan: Mirtha, Majul, Leuco, A Dos Voces…
También amenaza la Ley de Actores, en otro ejemplo de la persecución política y discriminación laboral que sufren quienes se identifican con nuestra fuerza política.
El pluralismo se basa en la diversidad: distintas personas y medios diciendo distintas cosas.
Por el contrario, la “libertad” de Macri es la de todos diciendo la misma cosa.
Macri quiere que la de él sea la única voz que se escuche.
Quienes expresen una idea y un proyecto de país distinto al suyo ya no tienen espacio. Eso empobrece la democracia.
Pretendió anular la Ley de Medios con un DNU y la militarización del organismo de aplicación, el AFSCA. Aún a pesar de existir un dictamen de un juez de la Nación que ordenaba restituir el orden alterado por su decisión autoritaria.
La ley de Comunicación audiovisual no se mete con los contenidos de lo que se dice ni afecta a los diarios. Busca que existan muchos medios y de distinto tipo y que ninguno sea monopólico y dominante. Fija límites a las empresas y protege a instituciones y al ciudadano común.
Es resultado de cientos de foros a nivel federal, un trabajo que receptó inquietudes de distintas organizaciones y ciudadanos. Fue debatida y sancionada en el Congreso y respaldada en su constitucionalidad por la Corte Suprema de Justicia.
Si quiere cambiarla. Si cree que tiene una propuesta superadora, entonces que envíe un proyecto al Congreso y se discuta abiertamente allí y en el seno de la sociedad. El mecanismo participativo anterior constituye un piso mínimo que no puede atropellarse con una media autocrática como pretende.
Nada de eso. Clausuró virtualmente el Congreso al no convocarlo a sesiones extraordinarias, facultad que sólo él tiene. Es la primera vez que ocurre desde 1983.
Así le da la espalda a la soberanía popular, cuya ciudadanía pierde el espacio institucional de su representación, la Cámara de Diputados. Y las provincias pierden su natural espacio deliberativo, la Cámara de Senadores.
No quiere un Congreso que controle y equilibre su poder, como establece la Constitución.
Macri le da la espalda a la calidad institucional. Es el primer presidente en 150 años que nombra jueces de la Corte en Comisión y con un DNU.
Al aceptar ser nominados de esta manera, los jueces propuestos por Macri a la Corte dejaron automáticamente de ser buenos candidatos. Mal pueden ser guardianes de la Constitución quienes se presten a este procedimiento.
Vivimos un retroceso en las libertades civiles. La obligación de llevar el DNI se sabe que no aumenta la prevención y sólo sirve para que la Policía persiga a la población más vulnerable, los más jóvenes y especialmente a los humildes.
Macri por decreto disolvió el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, un programa de vanguardia que funciona con éxito desde 2003.
Macri no da garantías de continuar la política de Estado en materia de juicios por delitos de lesa humanidad. Hay despidos y todos los organismos de Derechos Humanos manifestaron su preocupación sobre el futuro del Archivo Nacional de la Memoria.
En lugar de apostar por lo nuevo para construir un mejor futuro, las decisiones de Macri son una vuelta al pasado y a medidas que nunca terminaron bien.
Su cambio es una marcha atrás.
Nuestro desafío, desde la unidad del peronismo y con las reglas de la democracia, es reconducir el país hacia el trabajo, la producción y la inclusión social.
Tenemos un compromiso inquebrantable:
– Cuidar el trabajo y la mesa de todos los argentinos.
– Reducir la inflación sin ajuste ni recesión.
– Fortalecer la ciencia, la industria nacional y las PYMES.
– Tener como prioridad a los más humildes, los trabajadores y la clase media.
El camino al desarrollo es un cambio hacia adelante. Y es con todos.
(*) Diputada Nacional del FpV