Durante los días posteriores a la tormenta del domingo a la madrugada el Municipio participó de un inmenso operativo de reparación de daños y limpieza, que aún continúa. En una primera etapa, se privilegió el espacio público (calles, veredas, plazas) y se le brindó información clave a Edenor a través de recorridas, apuntalando postes, señalando lugares críticos, y recibiendo denuncias para que vuelva la luz lo antes posible.

También se ayudó a quienes sufrían peligro inminente, a través de Defensa Civil, aún dentro de sus casas. Ahora, en una segunda etapa, se está ayudando a ciudadanos que sufrieron destrozos en sus jardines. Uno de ellos es vecino mío, en el barrio El Cazador, a quien se le cayó un árbol de gran porte. Tan grande era el eucaliptus que el tronco cayó en su propiedad, en la mía y hasta en la calle.

Mi vecino fue uno de los más de cuarenta en el distrito que por estas horas Espacios Verdes asistió, a través de pedidos expresos y autorizaciones, con personal y/o maquinaria municipal. El objetivo es evitar que grandes árboles o ramas puedan provocar daños en el futuro cercano y ayudar a todos a volver a la normalidad

Insisto: se trató de la casa de mi vecino. Podría haber sido la mía, claro. Algunos lo habrán querido, deseosos de mezclar las cosas con intencionalidad política. Ser yo el apuntado es una increíble manera de querer ensuciar el enorme trabajo que tras la tormenta está realizando nuestra Municipalidad.

Marcos Tiburzi

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