Día Mundial de los humedales
Este 2 de febrero volvemos a leer notas y publicaciones sobre la importancia que tienen los humedales en nuestra vida. *Por Ignacio De Vedia.
Hoy en día, no hay dudas sobre la función que cumplen estos ecosistemas: recargan acuíferos, mitigan condiciones climáticas, purifican el aire, absorben el agua funcionando como “esponjas”, son el hábitat de numerosas especies, etc.
A su vez representan el 20% del territorio nacional, adoptando distintas características de acuerdo a su ubicación.
A pesar del enorme consenso que existe en la sociedad sobre la importancia de proteger estos ecosistemas, aún no existe una Ley Nacional que proteja los humedales. Recientemente perdió estado parlamentario por 3era vez la tan ansiada Ley Nacional, impulsada por numerosas organizaciones, especialistas, y gran parte del arco político que tiene representación en el Congreso.
Nuevamente, la ley fue producto de fuertes lobbies, dentro y fuera del recinto. La necesidad de que podamos contar con una Ley Nacional de presupuestos mínimos para la protección de los humedales choca directamente con los intereses económicos de distintos grupos.
La especulación inmobiliaria, el agronegocio y la mega minería son la principal explicación por la cual no hemos podido aprobar una ley de acuerdo a los tiempos y las necesidades de nuestro pueblo. Sabemos, además, que uno de los principales impactos negativos de la transformación de estos territorios, son las inundaciones.
Solo en la Provincia de Buenos Aires, y según al Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) existen más de 1700 barrios populares, los territorios más afectados por las inundaciones.
El contraste entre los barrios privados sobre humedales y los barrios populares aledaños es el escenario donde mayormente se cristaliza la desigualdad en el acceso a la tierra y a un techo digno, así como a los servicios básicos.
Es por eso que, cuando hablamos de ambientalismo desde una perspectiva de derechos, tenemos que hablar necesariamente de ambientalismo popular.
A pesar de la fuerte resistencia de distintos sectores económicos se ha logrado avanzar en distintas leyes y politicas públicas que protegen nuestro ambiente y reconocen derechos: La ley de Fuego, La Ley de Educación ambiental, el programa Argentina Recicla, entre otras. La necesidad de que la agenda ambiental se traduzca en políticas concretas para proteger nuestro ambiente y garantizar y ampliar derechos requiere de mayor intervención del Estado.
Recientemente la Provincia de Buenos Aires creó el Ministerio de Ambiente, una oportunidad histórica para nuestra provincia. Esta iniciativa señala un punto de inflexión para la política ambiental de nuestro territorio, dándole la entidad necesaria a una agenda que ya no puede esperar más.
La participación ciudadana y popular y la militancia ambiental son fundamentales para construir ciudades y territorios más justos. En cada ciudad, en cada pueblo de nuestra provincia, y en cada barrio popular, seguiremos militando por la protección de los humedales, y por una agenda ambiental que tenga un horizonte de justicia social.
(*)Politólogo
Referente del Frente Patria Grande.